Hablar de Dani Hernández (Zamora, 1992) es hablar del Zamora CF. Criado en la cantera, el capitán rojiblanco regresaba a la que siempre ha sido su casa en agosto de 2017, momento en el que se embarcaba de nuevo en un club con sus idas y venidas, ascensos y descensos, pero donde su figura, sentimiento de pertenencia y amor por unos colores continúan vigentes hasta hoy día. Zamora24horas ha hablado con él para preguntarle sobre su equipo, la vuelta de David Movilla y su rol en la entidad, entre otras cosas.
Tras un año duro marcado por las lesiones y no lograr el ascenso, ¿cómo se encuentra ahora?
Me encuentro bastante mejor. Ha sido un empezar difícil de temporada porque al principio sí que jugué los dos, tres primeros partidos, pero luego tuve unas molestias una semana en el tobillo y también estaba renqueante del año pasado. Ahora estoy bien, me encuentro bien, con confianza y también se está viendo reflejado que estoy participando más dentro del campo. Muy feliz en mi casa.
Después de un año y medio regresa David Movilla, el técnico con el que se han conseguido los mayores logros de la historia reciente. ¿Cómo lo recibió?
Lo recibimos con ilusión. Con David he vivido una de las mejores épocas de la historia del Zamora con él y, además, personalmente, todo lo que creamos durante los años del famoso ‘Ubuntu’ fue algo inolvidable. Para los que ya lo conocíamos, que volviese él era generar ilusión y generar expectativas de volver a recuperar lo que se había perdido en cuanto al ‘enganchón’ de la ciudad y de la afición que creo que habíamos perdido nosotros, desde dentro del campo, con malos resultados. Generó mucha ilusión.
El equipo arrancó la temporada batiendo récords y ahora es segundo, ¿qué sensaciones percibe? ¿Nota que el equipo ha ido de más a menos?
Puede parecer porque los resultados mandan y es verdad que las últimas semanas después de la Copa del Rey parece que hemos dado un pequeño pasito atrás en cuanto a resultados o juego, pero para nada: nosotros seguimos confiando. Es verdad que ante el Marino de Luanco tuvimos ocasiones, pero podemos hacerlo mejor. En Valladolid no estuvimos bien e hicimos autocrítica dentro del vestuario porque había que hacerla. Sí que parece que estamos yendo de más a menos por los resultados, que no por las sensaciones. También tenemos dos equipos con nosotros que ninguno pincha y llevamos unos números los tres (Ourense, Pontevedra y Zamora) que son una barbaridad; casi no perdemos y no nos dejamos puntos. Se ha juntado un poco todo.
"Nos gustaría que bajara más gente al Ruta cada domingo, pero sí que es verdad que notamos que la gente que va siempre sí que juegan el partido con nosotros y ha vuelto esa ilusión" - Dani Hernández.
Con la afición parece que se ha vuelto a retomar esa conexión de temporadas anteriores, ¿qué supone para el vestuario?
Los dos últimos partidos, después de la Copa, hemos tenido la sensación de que estaba algo más frío porque después de vivir el día de Copa o el día del Avilés con tanta gente daba la sensación de que podemos enganchar a más gente. Nos gustaría que bajara más gente al Ruta cada domingo, pero sí que es verdad que notamos que la gente que va siempre sí que juegan el partido con nosotros y ha vuelto esa ilusión. También la clasificación genera eso: estás ahí arriba y la gente se engancha.
En el plano personal, ha habido momentos de ser titular y otros desde el banquillo. ¿Cómo se encuentra en ese rol?
Estoy tranquilo. Si me pillase hace diez años o en otro equipo, lo vería de otra manera, pero creo que ese liderazgo, esa capitanía dentro del club, me hace sentirme importante. No solo me tengo que quedar con lo que pase en el verde; obviamente quiero jugar cada domingo y entreno cada semana para jugar el domingo, pero tengo ese otro rol que creo que es importante dentro del vestuario: el transmitir ese sentimiento de pertenencia junto con Carlos de ser zamoranos y también lo tenemos que aportar. David le da mucha importancia a los líderes dentro del vestuario: que la gente conozca el club, la ciudad y nosotros le transmitimos cómo es todo a los chicos y desde el principio todos se han adaptado bien, están a gusto y tratamos de aportar nuestro granito de arena para que estén lo más cómodos posibles.
A principio de temporada nos decía David que el objetivo era “algo más ambicioso que el ascenso”: conseguir un equipo de alto rendimiento. Como capitán, ¿cree que después de tres meses y medio estáis cerca?
Todavía nos queda un poco. Conseguir un equipo de alto rendimiento lleva su tiempo. Considero equipo de alto rendimiento la última etapa de David aquí, el año en el que jugamos el play-off a Segunda División en Almendralejo. Cuando te conoces mucho con los jugadores, cuerpo técnico, tienes vivencias de todo tipo, tanto buenas como malas, y tienes que pasar mucho para eso, pero estamos en el camino de ello y al final es verdad que en todos los equipos se habla de ascender, de ganar… Todas esas palabras están bien y en mayo veremos lo que pasa, pero sin eso otro, estamos más lejos de conseguir lo otro.
¿Qué le diría a la afición después de estos meses de competición?
A la afición le diría que siga sumando, que siga jugando los partidos con nosotros, que notamos su apoyo e ilusión este año y que gracias por estar cada domingo con ellos, que es una gozada jugar el partido con ellos.
Y ya por último: ahora que llega la Navidad, unas semanas de deseos… ¿Qué le pide o con qué sueña el capitán del Zamora CF?
Mi deseo es seguir siendo igual de feliz como hasta en el Zamora CF, en mi ciudad y seguir siendo el capitán. Ojalá vengan momentos épicos y memorables con el Zamora CF y seguir siendo igual de feliz en mi vida.
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