¿Cómo ha sido la cronología de la mañana?
Hemos llegado como un día normal al entrenamiento. Estábamos citados a las diez de la mañana y luego ha sido una mañana normal de entrenamiento. Luego sí que es verdad que cuando ha terminado el entrenamiento, antes de subir a comer como hacemos casi siempre, pues estábamos más pendientes del partido porque sabíamos lo que conllevaba el resultado de Vigo. Cuando ha acabado el partido lo hemos celebrado y contentísimos todos, felices y ahora a seguir entrenando porque todavía quedan partidos por jugar.
¿Pero habéis seguido el minuto a minuto del partido?
Hemos acabado el entrenamiento y estábamos citados para comer a la una y media. Cuando hemos subido sí que hemos puesto el partido en nuestra mesa y luego en la cafetería, pero hemos visto solo el final de la segunda parte. Y la alegría con el pitido final ha sido inmensa.
¿Ha habido celebración?
Claro, y ha sido grande, pero sabemos que quedan partidos por jugar, que queda un duelo de primera fase y seis de la segunda y vamos a intentar soñar, ir partido a partido. Hemos conseguido estar en la PRO el año que viene y ahora ya iremos a Riazor a por todas y a disfrutar del camino, que es lo que hacemos cada semana.
¿Cuándo viste la posibilidad real de que el equipo se metiera entre los tres primeros?
No estábamos seguros hasta hoy, pero teníamos confianza, que no quiere decir que estuviéramos confiados. Porque confianza en este equipo hemos tenido siempre. Hemos ido a campos difíciles y hemos sacado buenos resultados y, menos el día de Vigo, siempre hemos sido nosotros en todos los partidos. Cuando somos nosotros y estamos en el campo siendo el equipo que queremos ser podemos competir contra cualquiera, como hemos demostrado este temporada.
¿Es consciente de lo que se ha logrado?
Seguramente cuando me eche en la cama esta noche lo asimilaré un poco, porque ahora con todo lo que estamos celebrando no soy consciente. Es verdad que cuando vine aquí hace cuatro años dije que quería ayudar a devolver al equipo a Segunda B y me he encontrado con esto. Tengo que agradecer mucho a Víctor y a Alfredo por aparecer en el camino del Zamora, porque creo que el club estaba medio muerto y han sido ellos los que lo han llevado para arriba, así que gracias a ellos porque sin ellos el Zamora no podría estar hoy aquí.
¿Un último mensaje?
Sí, quiero agradecer a todos los aficionados del Zamora que sufrieron aquí en Tercera cada día con 400 personas en el Ruta e íbamos décimos aquel año y esto se lo merecen.