Es la promesa del motociclismo nacional. A sus 13 años, Damián Alonso muestra una madurez y sobriedad más propia de un adolescente de 17 años. Con apenas cuatro años, su padre le regaló una moto y, desde entonces, no se ha bajado de ella. El toresano habla con Zamora24horas después de llegar del gimnasio para mantener su cuerpo en forma y acompañado de su padre, Álex Alonso, el culpable de esta devoción por las motos.
Damián competirá en la modalidad de Supersport 300 dentro de la Copa Cataluña con el equipo SRC Racing Team y su Kawasaki 400. Debido a su corta edad, aún no puede competir en el Campeonato de España y disputar esta cita le permite seguir evolucionando como piloto. Con los pies en el suelo, el toresano sueña con llegar a MotoGP. “Es muy complicado”, dice con la humildad que caracteriza a Damián.
Y entonces recuerda esos inicios, esa primera vez que se subió a una moto y encendió el motor para correr por la finca. “Al principio iba con una de motocross y luego me apunté a la escuela de Lorenzo en Zamora y empecé en carretera”, apunta el joven piloto.
Damián se fijó en su padre, quien le inculcó el amor por las dos ruedas. Sin embargo, su progenitor protagonizó un capítulo en su vida que estuvo a punto de cambiarlo todo. “Tuve un accidente y casi me quedé tetrapléjico. Iba a solo 40 km/h, pero caí mal y me tuvieron que llevar en el helicóptero”, sostiene Álex, el padre de Damián. Ese capítulo estuvo cerca de acabar en tragedia. “Pensé, si le gustan las motos a mi hijo, esto no le va a pasar y lo apunté a una escuela."
“Los circuitos son mucho más seguros de lo que la gente cree. Y ellos van siempre equipados. Entonces hice un poco más de hincapié en seguir con la moto. Y por eso, para que él supiera andar en moto”, apunta el progenitor de Damián.
El piloto toresano ha logrado coronarse como subcampeón de Castilla y León en dos años consecutivos. Además, se proclamó campeón de Zamora en dos ocasiones en la categoría Mini GP. Su destreza le llevó a ser seleccionado para la CUP Dani Rivas, un campeonato monomarca a nivel nacional, donde alcanzó el primer puesto. También, Damián ha destacado en la MIR Racing Finetwork Cup, otro campeonato monomarca.
De entre todos los trofeos, el joven piloto aguarda con cariño el campeonato de Castilla y León en el que se erigió campeón. “También el de la Dani Rivas a nivel nacional, esos dos son los que más me han marcado”, dice con humildad.
Un camino que ha ido recorriendo paso a paso. Pero el mundo del motociclismo es un mundo de sacrificios económicos. “Estamos intentando buscar algo más y ya hemos formado un motoclub para que las empresas vean lo que patrocinan. Ahora, estoy en contacto con el Ayuntamiento de Toro también, para dar un empujón más”, apunta el padre de Damián.
“Hasta ahora, hemos tenido que recurrir mucho a los abuelos, los reyes magos, a esos pequeños apoyos para poder costear las motos, los cascos, los monos…”, explica Álex Alonso. “Los viajes, un día te da la propina la abuela para el viaje, otro día para las ruedas… Y las vacaciones familiares, pues son estas: ir de circuito en circuito”, sostiene.
La evolución de Damián en el motociclismo es brillante. Ahora, su familia y círculo cercano buscan ayuda de las empresas para poder serigrafiar la ropa y estampar los logos de sus patrocinadores en las sudaderas.
La rutina de la joven promesa
Para cumplir su sueño, Damián tiene mentalizado que con sacrificio y preparación llegará lejos. Entre semana va tres veces al gimnasio. “Los miércoles o jueves ya vamos para el circuito, hay entrenamientos libres, luego entrenamientos cronometrados y el domingo la carrera”, apunta el toresano, quien lleva un estudio exhaustivo de los circuitos para minimizar errores. El aspecto mental también es importante. “El estrés aparece antes de la carrera, durante la carrera, hay que controlar muchas cosas y estar muy concentrado. Aunque llevamos dos años, esto también hay que practicarlo”, apostilla el joven piloto toresano.
La joven promesa del motociclismo que sueña con ser piloto de MotoGP sigue esculpiendo su cuerpo. A sus solo 13 años reúne todas las cualidades para llegar a lo alto: pasión, trabajo, disciplina y humildad. Pese a que desvela que las entrevistas le generan más nervio que las carreras, Damián seguirá disfrutando encima de su moto.
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