Un punto que ojalá no se eche de menos al final de la liga. El Balonmano Zamora MMT Seguros perdió un punto en los últimos instantes del choque de su regreso a la Liga Asobal. Teucro supo aprovecharse de dos minutos de colapso en un conjunto pistacho que hasta ese momento estaba firmando un choque soberbio. Pero la liga Asobal no perdona. Y cincuenta y ocho minutos de un duelo que rozó la excelencia no son suficientes para sumar dos puntos en la élite.
Porque el partido, salvo esos dos minutos fatídicos finales, fue una demostración de que este MMT Seguros competirá entre los mejores equipos de España. El equipo de García Valiente se apoyó en una actuación sobresaliente del arquero Calles. La sombra de Maciel es muy alargada, pero el irreverente portero procedente del Benidorm se encargó de hacer olvidar al argentino con un choque de mucho nivel. Sus paradas en momentos claves y en lanzamientos muy certeros hicieron levantarse del asiento al millar de hinchas que no se quisieron perder el debut en Asobal.
A partir de ahí, y salvo losprimeros diez minutos de nervios lógicos por el debut, el equipo estuvo sólido en defensa. Todo lo sólido que se puede estar ante este tipo de planteles que habrá en Asobal, con lanzadores muy potentes y jugadores con mucha más altura y peso que los pupilos de García Valiente. Además de hacer una buena defensa, el MMT Seguros estuvo eléctrico en el ataque. En la primera parte salió indemne del intercambio de golpes, de manera que se marchaba al asueto mandando por un ajustado14-13. Pero tras el paso por vestuarios se vio la mejor versión de un Balonmano Zamora vertical, sin miedo y con un ataque demoledor.
Los zamoranos llegaron a disponer de hasta cinco goles de renta. Las distancias se mantenían entre los tres y cuatro goles y la hinchada ya veía el partido ganado. Pero un cúmulo de circunstancias en los últimos dos minutos echó por la borda el trabajo del MMT Seguros. La exclusión de Mouriño, dos ataques fallados y varios desajustes defensivos hacían que el duelo entrase en los últimos veinte segundos con un ajustado 28-27.
Ahí, Zamora pidió tiempo muerto y los pistacho no supieron gestionar esos segundos mandando en el marcador. Anderson se precipitó en su lanzamiento sin que el colegiado marcase el pasivo, el balón tocaba en la madera y a la contra el Teucro ponía el definitivo 28-28. Un empate amargo por merecimientos pero que debe servir para aprender de los errores del tramo final.
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