El pasado 7 de marzo el CD Benavente jugaba el que hasta ahora ha sido su último duelo liguero. Los tomateros viajaban a Salamanca para medirse al CD Navega. Durante ese partido, el jugador benaventano Álvaro Cobreros recibió un fuerte rodillazo en la zona del riñón y le mandó directamente al hospital.
El futbolista permaneció en el Virgen de la Concha durante casi días para ver cómo evolucionaba ese traumatismo y a la espera de pruebas que pudieran determinar el alcance exacto de esa lesión. Una de las posibilidades era que Cobreros tuviera que ser operado.
Finalmente, la herida fue cicatrizando con el reposo y el jugador fue dado de alto a principios de esta semana, con lo que pudo regresar a casa.