No tenía una salida fácil el CD Villaralbo. Viajar a casa del colista siempre lleva aparejada una presión añadida que trató de manejar el conjunto azulón que acudía a Toral de los Vados con la intención de sumar la cuarta victoria consecutiva en otros tantos partidos ligueros. Un objetivo que logró cumplir, pero no sin esfuerzo.
Y es que como hace siete días, los zamoranos tuvieron que adaptarse a un partido feo, de poco fútbol, de ocasiones contadas, de muchas interrupciones y de un rival que en casa mostró mucha intensidad. Otra vez fue Marco Quintano, como el fin de semana pasado, el que desatascó al equipo. Un centro de Tomás desde la banda fue rematado por Quintano, que con la colaboración del arquero logró introducir el balón al fondo de las mallas.
Parecía que esa diana a la media hora de juego podría abrir el encuentro, pero todo lo contrario. El Toralense no se descompuso, siguió mostrándose como un equipo férreo y apenas daba opciones al Villaralbo. Es verdad que Ángel tampoco sufrió en exceso en su portería y supo solventar con acierto las llegadas que tuvieron los leoneses.
Así, los minutos pasaban y el CD Villaralbo supo conservar la mínima ventaja. Una ventaja que sirvió para sumar tres nuevos puntos y seguir en lo alto de la tabla con 12 puntos de 12 posibles en este arranque liguero.