No pudo ser. Soñó el CB Zamora en lograr una gesta histórica ante el líder, el San Pablo Burgos, pero en los momentos decisivos no acertó (73-79). Y eso que los de Saulo fueron a remolque durante todo el encuentro, pero si por algo se caracteriza este equipo es por dejarse el alma hasta el último minuto. La losa de 20 puntos acabó reducida a 4, pero los blanquiazules no tomaron buenas decisiones y sumaron su segunda derrota ante dos equipos de talla alta (Estudiantes y San Pablo Burgos)
El Ángel Nieto se está convirtiendo en un hervidero, una olla a presión que empuja y achucha hasta el último momento. El ambiente fue espectacular, más propicio de un partido de Liga ACB. Nikic desde el tiro libre fue el encargado de estrenar el marcador. Jacob Round cogió rápido el balón para asistir a Buckingham, pero el San Pablo Burgos apretó el acelerador con dos triples Gudmundsson y Corbalán, mucha artillería tiene el equipo burgalés y eso no es casualidad, ya que desde la directiva se ha armado un equipo que busca de una vez por todas regresar a la máxima categoría del baloncesto español. Este CB Zamora tiene mucho coraje y oficio.
Pese a que el acierto en el triple no acompañó, Powell se encargó de firmar un más tres para voltear el marcador (8-6). No se dejaron nada en el tintero ambos contendientes en un primer cuarto de mucho trabajo y pugna. Una buena combinación entre Omar Lo y Saintel acabó con el 10-12 en el electrónico. La irrupción de Naspler en pista fue buena. El catalán capitaneó las acometidas de unos blanquiazules que acercaban en el marcador, pero que sufrían en la pintura. Con una canasta más un tiro libre de Laornik concluyó el primer cuarto (13-19).
La ineficacia en el perímetro pasó factura al CB Zamora, viéndose obligado a tirar desde la larga distancia sin el acierto de sumar de tres. El San Pablo Burgos, con más altura castigó con su fuerza bajo el aro. Dispone de gigantes el cuadro burgalés y eso se notó en el parqué. Subió las revoluciones el equipo de Saulo forzando errores y aplicándose en tareas defensivas para hacerse con el rebote. “Estamos en la pomada” apuntaban desde megafonía y es que es lo que tiene este CB Zamora con ánimo implacable y mentalidad ganadora. La brecha que antes se veía grande ahora quedaba reducida a nada (25-29).
Laornik retó a Saintel desde el perímetro y el jugador del CB Zamora aceptó el desafío. ¡Vamos a ello! pensó Saintel después que su triple besara las redes. Ondrej se apuntó con otro triple y la contienda quedó en un igualado 31-32. La cosa fue de triples porque Gudmundsson golpeó con otro más tres.
Llamada a filas de Saulo para reordenar las ideas, más cuando el CB Zamora desaprovechó la oportunidad de situarse a solo un punto. No surtió efecto. Malas decisiones en ataque y problemas para solidificar la defensa. Una canasta de Corbalán cerró el segundo cuarto con una desventaja de 9 puntos (34-43).
El regreso a pista tras el paso por los vestuarios no fue nada bueno. Un parcial de 0-5 hizo despegar al San Pablo Burgos y gozar de una jugosa renta de 13 puntos (35-48). La reacción zamorana no llegaba, es más, los blanquiazules se estrellaron una y otra vez con la alta torre burgalesa. Además, el ataque era errático y precipitado. El pleito puso de manifiesto que la baja de Pauksté es muy sensible, se le echa en falta al pívot bajo el aro. La brecha se elevó hasta los 17 puntos (39-56). El ritmo era inconmensurable. No había tregua. El San Pablo Burgos cada vez se alejaba más en el marcador. No encontraba la fórmula el CB Zamora para frenar a su rival. No salía nada, ni en ataque ni en defensa, el juego estaba ovillado. Un tercer cuarto en el que el cuadro burgalés se mostró muy superior (45-61).
Tocaba remar en el último cuarto, remar contracorriente para intentar recortar esa desventaja de 16 puntos. Con Strumbris, Laornik y Almazán el San Pablo Burgos fue letal en las transicciones, tres pletorianos robustos que garantizaron solidez para cerrar las vías en ataque y mordiente en ataque. La brecha era ya de 20 puntos... Una losa demasiado pesada (47-67). Los triples de Buckingham y Hearts hicieron soñar a la parroquia zamorana. La losa de los 20 puntos de desventaja se vio reducida a los 11 a falta de poco menos de cinco minutos para el final. ¡A rugir! Y vaya si rugió el CB Zamora. Buckingham puso el 62-71 e invitaba a soñar. 66-74 y el cronómetro en contra. Las gargantas se desgañitaron para pedir el último empujón a los suyos. Faltaba menos de un minuto y medio para el final y los blanquiazules se situaron a solo 4 puntos del San Pablo Burgos (70-74). Tensión, el pulsómetro a tope y el sueño por remontar más vivo que nunca. Nikic erró tres de los cuatro tiros libres, eso ni hizo que el CB Zamora se despertara del sueño. Si lo hizo el triple de Gudmundsson (71-77). Quedaban 35 segundos y el sueño se diluyó. Siempre se recordará el trabajo infatigrable de este CB Zamora.