El CB Zamora supo entonarse en el último parcial para apuntarse un partido que parecía habérsele atragantado en el tercero. Los salmantinos llegaron a manejar, en ese tramo, diferencias en torno a los seis y los ocho puntos, pero el conjunto local no se descompuso; intenso en defensa, rápido en el contraataque y dispuesto a aprovechar las virtudes de sus hombres más capaces, el equipo zamorano le dio la vuelta al choque de la mano de Javier Cardito en la dirección, Theo Rothstein en la anotación desde el perímetro y Stefan Asanin en la pintura.
Antes, el choque había discurrido en un ambiente bastante gris. Ambos equipos, imprecisos en el arranque, mostraron sus carencias de forma más nítida que sus virtudes y convirtieron el encuentro en una sucesión de pérdidas, malos pases y balones al hierro. Hasta el segundo cuarto, ninguno engrasó la maquinaria. Fue entonces cuando el CB Zamora encadenó varios ataques bien culminados para marcharse al descanso con cuatro puntos de ventaja (29-25).
A la vuelta de vestuarios, la tónica se mantuvo, hasta que, en el tramo final, los salmantinos aprovecharon con inteligencia su físico y sus capacidades atléticas para subir el nivel en defensa, correr al contragolpe y situarse por delante, eso sí, sin llegar a romper el partido. Los de Saulo Hernández aguantaron el chaparrón, alternaron la defensa individual con la zona y lograron frenar la sangría antes de descargar su tormenta sobre la canasta del Aquimisa, que en un visto y no visto vio cómo su ventaja se esfumaba. El CB Zamora anotó 31 puntos en el último cuarto; más que en los dos primeros juntos. Y eso fue definitivo.
A pesar de la victoria, es el Aquimisa Laboratorios quien accede a la siguiente fase de la Copa EBA y deja así en la cuneta a los dos clubes zamoranos, que deberán gestionar otros dos amistosos para completar su pretemporada.