El CB Zamora se pegó de bruces con la realidad nada más entrar en el duelo. Pese a que los zamoranos trataron de aguantar los primeros tirones de Murcia, la realidad se impuso y los visitantes se mostraron como un equipo inalcanzable. Desde el primer instante impusieron una defensa muy dura, con mucho contacto, cargando mucho el rebote y contaron con un criterio arbitral que permitió el juego físico. En este sentido, mediado el tercer cuarto, Murcia apenas tenía cinco faltas cometidas en su casillero en 25 minutos.
Ese juego físico, unido al acierto en el lanzamiento y a un día paupérrimo en el tiro del equipo de Saulo Hernández llevaba al marcador las primeras diferencias más que relevantes. El 17-28 del primer cuarto no hacía presagiar nada bueno. El segundo cuarto siguió el mismo guion. Murcia seguía defendiendo duro, haciendo intercambios de defensa y cortocircuitando el ataque blanquiazul. Presión a toda cancha alternada con defensa más hundida, individual y también en zona. En pocos minutos Murcia mostraba un importante abanico de opciones en defensa y Zamora era incapaz de tomar rachas fluidas de anotación.
Al descanso, el 29-47 era desesperanzador. Saulo Hernández tenía trabajo en el vestuario y parece que su charla surtió efecto porque el equipo salió enchufado en el tercer cuarto. No había nada que perder. Murcia estaba atropellando a Zamora en la cancha y solo quedaba plasmar el amor propio para no ser zarandeado. Y el CB Zamora mejoró. Subió la intensidad defensiva, el rival no tenía tiros tan sencillos y Niang se echaba el equipo a la espalda asumiendo los galones de anotador en una jornada en la que los interiores no tenían su día ante la superioridad por dentro de los visitantes.
Poco a poco los de Saulo Hernández fueron recortando distancias hasta bajar una desventaja que llegó a saltar por momentos los veinte puntos. En concreto, se llegaba a los dos últimos minutos del tercer cuarto con un abierto 48-55. Eran siete puntos de renta que parecía salvable, aunque un nuevo momento de inspiración visitante cerraba el tercer parcial con 48-61.
Se entraba en el parcial decisivo con una clara ventaja para Murcia, aunque Zamora ya había demostrado que pelearía hasta el final. Los visitantes demostraron ser un equipo muy sólido también para saber navegar sin nervios con esa ventaja que les permitía no sufrir en los instantes finales. Unos instantes que sirvieron para definir el marcador final en 61-76 que hace empezar con mal pie a los zamoranos la fase de ascenso a la Liga LEB Oro.