El Ángel Nieto acogía este sábado el primer encuentro de 2025 para un CB Zamora que tendría enfrente a uno de los grandes equipos de la categoría, por nombre, por institución, por presupuesto y por jugadores. El Real Betis Baloncesto aterrizaba hoy en un Ángel Nieto que registraba la mejor entrada de la temporada. No obstante, es en las grandes citas en las que se logran las grandes gestas, y nadie mejor que el CB Zamora es conocedor de este hecho. Los de Saulo Hernández, lejos de amilanarse, salieron a dominar el encuentro y a imponer la idea de lucha y de no rendirse nunca que el técnico ha imbuido en sus jugadores.
Tanto es así, que los zamoranos lograron irse al final del primer cuarto con una ventaja de dos puntos. El Ángel Nieto, como jugador número 6, apretaba, protestaba, animaba y llevaba en volandas a los suyos con cada acción como si fuera la última. No obstante, el equipo hispalense no iba a vender barata su piel y, de la mano de Alex Renfroe, dejaba muestras claras sobre el parqué de la calidad que atesoraban los verdiblancos. Por parte zamorana, un estelar Zaid Hearst especialmente afinado de cara al aro contribuía enormemente a que el CB Zamora fuera progresivamente, muy poco a poco, aumentando la tímida ventaja de la que gozaba.
Una ventaja que llegaría hasta los 9 puntos para los locales, pero que, no obstante, terminaría siendo silenciada y reducida a la nada por los visitantes en las postrimerías del segundo cuarto cuando, a falta de apenas un minuto y medio para el final de la primera mitad, los visitantes ya ganaban de 5. El paso adelante de los visitantes y la falta de acierto en el rebote, tanto ofensivo como defensivo de los locales, permitió que el club sevillano se fuera al descanso con una ventaja de 7 puntos. Además, un enfervorecido Ángel Nieto clamaba contra el colectivo arbitral tras una serie de controvertidas decisiones que no fueron compartidas por la hinchada zamorana.
Arrancaba la segunda mitad el CB Zamora con Hearst, Paukste, Powell, Buckingham y Walker en pista para intentar recortar la desventaja cuanto antes. Lejos de eso, pronto el Real Betis se pondría quince arriba. La falta de puntería y la misma fragilidad a la hora de reobtear lastraba a un Zamora que, lejos de bajar los brazos, seguía poniendo toda la carne en el asador. Cada golpe asestado por los locales era respondido con dureza por los verdiblancos. A pesar de ello, los de Saulo Hernández no se rendían y, especialmente acertados dese la línea de tres, conseguían volver a conectarse al partido.
Un triple sobre la bocina de Hanzlik al término del tercer cuarto permitía que el CB Zamora comenzara el último cuarto con una desventaja de 5 puntos, por lo que todo estaba por decidir en el último tramo de encuentro. El juego colectivo del CB Zamora contrastaba con la individualidad de un conjunto bético que se encomendaba a Renfroe, logrando así reducir la distancia hasta los tres puntos.
El CB Zamora lograba ponerse 80-81 a falta de seis minutos y medio para el final del encuentro. Junior Saintel, que llevaba varios minutos cargando con el potencial ofensivo del equipo y haciendo mucho daño a la defensa visitante, hacía estallar el delirio en la grada con una canasta que ponía el 82-81 en el marcador, además de lograr un tiro libre para ponerse dos arriba. No obstante, Powell erraba su lanzamiento y los visitantes volvían a ponerse por delante. Finalmente, el CB Zamora, ya con unaventaja insalvable en los últimos cuarenta segundos, caía por 95-105 ante un Real Betis que no fue superior, pero que se encontró con esta victoria como regalo de Reyes.
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