El pabellón municipal Ángel Nieto volvió a disfrutar de un duelo vibrante gracias a un CB Zamora estelar que venció al líder de la categoría, Hereda Ourense. Los blanquiazules ofrecieron una versión superlativa en defensa y se impusieron a una desventaja de diez puntos en el último cuarto para terminar ganando en un final soberbio.
El primer cuarto no fue bueno para los de Saulo Hernández. Quizás el excesivo respeto con el que salió ante un rival temible fue clave para recibir un primer parcial de 8-19 que obligó a los zamoranos a aplicarse en el segundo parcial. En ese segundo cuarto, la defensa del CB Zamora fue colosal, secando las principales armas de un equipo tremendamente talentoso. Pese a la diferencia de kilos en la pintura, Solarin, Bakumanya y Tamba lograban sacar ventajas y darle aire a los exteriores de un conjunto zamorano que empezaban a funcionar.
Al descanso se llegaba con un igualado 27-28, después de que el CB Zamora fuera capaz de endosar un parcial de 10-0 para ajustar el marcador. Se esperaba un segundo tiempo soberbio y no defraudó. La igualdad se mantuvo y solo fue en los últimos minutos de ese parcial cuando un tirón de Ourense logró abrir brecha en el marcador. Los zamoranos no eran capaces de encontrar aro y se entraba en el parcial decisivo con 39-45 para los ourensanos.
El último cuatro fue de infarto, algo a lo que no termina de acostumbrarse una hinchada que disfrutó de los suyos y del guion hasta el final. Ourense empezó a manejar ventajas que rondaban los diez puntos, pero un Kalinicenko espectacular con 8 puntos seguidos volvía a meter a su equipo en partido. El CB Zamora parecía lanzado y se colocaba dos puntos arriba a dos minutos del final (53-51). Harris tomaba las riendas y el equipo agradecía su aparición.
En esos 120 segundos claves, el CB Zamora y su afición entraron en una simbiosis perfecta. Los pupilos de Saulo Hernández ofrecieron su mejor versión, de largo, y fueron capaces de vencer con solvencia al mejor equipo de la liga por 59-53.