¿Qué recuerdos guarda de aquella temporada en la que el Zamora hizo historia en Copa del Rey?
Fue uno de los momentos inolvidables de mi carrera y seguro que de la de muchos compañeros. Las fotos lo reflejan. Fue un año complicado en lo deportivo porque tras jugar una liguilla el año anterior teníamos unas expectativas altas con la renovación de gran parte de la plantilla. Pero se pasó mal hasta el último momento, salvándonos en Salamanca. La nota positiva fue la eliminatoria de Copa del Rey ante el FC Barcelona, que dio un subidón al equipo, al club y a la afición.
¿Cómo se fueron pasando rondas?
Fueron eliminatoria en las que el equipo no tenía nada que perder. Salías con la ilusión de medirte a equipos de superior categoría, sin presión, sin ansiedad. Aprovechamos que los equipos como el Eibar o la Real Sociedad en esas eliminatorias usan gente no habitual, que no compiten tanto, y aprovechamos nuestras ganas. Tuvimos la suerte de los penaltis. Recuerdo todavía la tanda de penaltis agónica con José Luis en la portería. Fueron noches muy bonitas.
¿Y de la eliminatoria del FC Barcelona?
Fue distinto. Contra el Barça sabíamos el rival que era, que acabó ganando ese año la Copa de Europa. Teníamos el campo lleno, era una eliminatoria distinta, partido televisado, ida y vuelta… fue otra cosa.
¿Qué supuso aquella eliminatoria contra el FC Barcelona?
Para nosotros que éramos un equipo humilde el medirte a jugadores de esa categoría es lo que a uno le gustaría hacer no solo ese día, sino hacerlo cada fin de semana. Es cuando uno disfruta, con un campo lleno, que te da alas. Estuvimos varios minutos por delante con el gol de Xaco. Fue espectacular, hay poca gente que lo pueda contar. Del club queda Gabino, María, José, Juan… Todo el mundo tiene en la memoria una de las noches más bonitas que se vivieron para el club y eso va a perdurar.
¿Ve al Zamora este año logrando algo similar?
Ojala se supere este año. Tanto en Copa como en el futuro en liga. Ojalá algún día el Zamora pueda visitar la Segunda División que en su día fue el objetivo. El club y la ciudad lo merecen.
¿Qué consejo les daría a los jugadores con la experiencia que tiene?
Pues que intenten cometer los menores errores posibles porque contra un equipo de calidad los errores que tú tienes no se perdonan. Esos días poco hay que decir por parte del entrenador porque la motivación es máxima. Tienes que intentar disfrutar del momento aunque estas concentrado en el campo y a veces es difícil. Pero disfrutar mediante el trabajo, la seriedad; y haciendo esas cosas seguro que se alcanza algo bueno.
¿Cómo ve al Zamora ahora?
Nosotros estuvimos en una etapa dorada, cuando se vivía el cambio de La Vaguada al Ruta de la Plata. Ascendimos de Tercera a Segunda B. Se militó en bronce con años gloriosos jugando liguilla de ascenso. El equipo vuelve ahora a Tercera pero son etapas que te tocan vivir. Deben intentar competir como se está haciendo, aunque el año pasado no hubo suerte con el ascenso. Al final, fruto del trabajo, el club volverá a Segunda B y desde ahí a trabajar. Es una etapa complicada pero el Zamora tiene que estar por encima de todo esto. Es un trabajo difícil porque no se asciende de la noche a la amaña. Es mucho trabajo de mucha gente y hay que tener paciencia. Tienen todos los mimbres, como ciudad y afición, pero esto no es fácil. Las cosas no salen de la noche a la mañana, es un trabajo que debe hacerse por un camino largo. El Zamora lo está cubriendo y esperemos que dé sus frutos.