Se acabaron las pruebas; comienza lo serio. La División de Honor Plata arranca este fin de semana con 16 equipos dispuestos a competir sin renunciar a nada. Los ascensos del Bidasoa Irún y del Atlético Valladolid han dejado al campeonato huérfano de dos transatlánticos cuya ausencia abre más si cabe la pelea por llegar a la Asobal. En esa lucha aspira a estar el MMT Seguros, aunque no lo tendrá sencillo.
De hecho, la primera parada del campeonato pone frente a los pistacho al que quizá sea el gran candidato a hacerse con la primera plaza, la única que otorga un billete directo a la élite. El Teucro afronta la liga con la intención de que su viaje por la División de Plata sea lo más corto posible y la calidad de su plantilla unida a la gran pretemporada que han firmado los gallegos avala esta ambición.
Sin embargo, como ya le ocurriera el año pasado a los dos conjuntos que lograron ascender, la dureza del campeonato y la gran nómina de aspirantes supondrán un escollo importante para cualquiera. Una temporada más, el Ars Palma del Río tratará de rentabilizar su fortaleza como local para estar arriba, al igual que un mejorado Balonmano Alcobendas, que ya advirtió al MMT Seguros de su potencial durante la preparación.
Junto a ellos, aparece en la nómina de favoritos el Alarcos de Ciudad Real, que ya disputó el play off en Irún y que llega a la competición con una plantilla, a priori, más fiable. Sin ir más lejos, expistacho Diego Reyes ha sido uno de los refuerzos del cuadro manchego para la primera línea.
Tras este grupo de favoritos, aparece otro vagón de equipos cuyas aspiraciones vendrán marcadas por el desarrollo del campeonato, aunque en principio su idea sea vivir con la mayor tranquilidad posible. Es el caso de un Gijón Jovellanos con menos presupuesto que en la campaña anterior, de sus vecinos del Grupo o de Nava.
En la pelea por la permanencia se verán inmersos otros proyectos como el del Cisne vigués, el Zarautz, el Bordils o los recién ascendidos Córdoba, Tolosa, Carabanchel y Torrelavega, que buscarán huir de las dos últimas plazas que conducen a Primera Nacional.
Mención aparte merece el caso del Barcelona B que, pese a no poder disputar el ascenso por ser un filial, espera volver a estar entre los mejores en un campeonato abierto, con muchos derbis, cuentas pendientes y un gran espectáculo por ofrecer.