“Fue una jugada de las que hay mil en un partido. Iba a despejar un balón de cabeza pensando que estaba solo y entonces noté un contacto por detrás en el salto. Al saltar relajado caí desequilibrado y en cuanto toqué el suelo ya escuché un crujido en la rodilla. Me asusté porque me dolía mucho y ya sabía que iba a ser grave”, explica Cala para zamora24horas algo más de quince días después de sufrir la lesión.
Después de las primeras pruebas, que ya anunciaban algo grave, fue la semana pasada cuando el jugador zamorano recibía los resultados definitivos. Los peores pronósticos se cumplían e incluso iban a peor. “Yo ya sabía que iba a ser algo grave, pero cuando el médico me dijo que tenía todo roto y que era triada fue impactante”, recuerda con pesar Cala.
La triada es una de las lesiones más temidas por los deportistas porque como su propio nombre indica implica tres lesiones: la rotura del ligamento cruzado anterior, el ligamento lateral interno y el menisco. Su corrección obliga el paso por el quirófano. En ese punto se encuentra precisamente el jugador del filial rojiblanco. “Estoy esperando que me den cita con el médico de Valladolid que me va a operar y una vez que me vea ya me dará la fecha de la operación. Ojalá sea pronto para empezar cuanto antes la recuperación”, comenta Cala, que no descarta volver a jugar si la recuperación es satisfactoria.