En primer lugar, los infantiles cuajaban un primer tiempo realmente bueno. Los pupilos de Raúl Campano se adaptaron de forma correcta a las dimensiones del Anexo pequeño del Ruta de la Plata y con las líneas muy juntas estuvieron relativamente cómodos. De hecho, fue el Zamora quien llevó el ritmo del encuentro durante los primeros minutos. Los zamoranos tuvieron alguna llegada, incluso vieron como un despeje de un defensa visitante se envenenaba y se iba a la cruceta. A partir de ahí, el Numancia creció un poco pero el meta local evitó que los sorianos se fueran por delante al descanso.
Tras el asueto, el físico volvió a ser clave y mientras los zamoranos bajaban el ritmo, el Numancia se vio alentado por los goles y acabó endosando tres dianas a un equipo infantil del Zamora que pese a su mejora sigue sin sumar en esta liga.
Por su parte, los cadetes hicieron un encuentro demasiado irregular y racheado. A los veinte minutos, el Zamora ya perdía por 0-2 en dos rápidas acciones. El Numancia, sin tampoco demostrar un gran talento, sí que fue mucho más vertical y logró una renta que supo administrar. El Zamora acortó distancias al filo del descanso con un gran gol desde la frontal del área.
Pero el paso por los vestuarios no hizo mejorar a un Zamora cadete que no fue capaz de encontrar su juego en ningún momento. El Numancia volvió a llevar el ritmo del choque en el segundo acto y hacía el definitivo 1-3 que también obliga a los rojiblancos a empezar a sumar si no quieren tener un comienzo peligroso.