Comenzaba a sonar un murmullo en el Ángel Nieto conforme los aficionados pistachos iban ocupando sus asientos. Ese murmullo pronto se convirtió en el clamor de una afición que ansiaba volver a ver a su equipo sobre la tarima de su feudo.
Los de Félix Mojón recibían a ULE Ademar B como tercer compromiso de la pretemporada para preparar un curso que cada vez está más cerca. El nuevo BM Zamora de Félix Mojón se mostró sólido e intenso desde el primer minuto, dejando claro que el pasado es pasado y solo queda mirar adelante con esperanza.
Si bien los visitantes no permitían el mínimo ápice de relajación al conjunto pistacho, los zamoranos, ataviados con esta vez con una equipación azul, fueron superiores a su rival durante prácticamente todo el partido.
Tanto es así, que al final de la primera mitad el marcador reflejaría una ventaja de cinco tantos (17-12). Así, el Ángel Nieto se tranquilizaba durante unos minutos con el buen sabor de boca de un equipo que había carburado bien durante la primera mitad.
Al comienzo del segundo tiempo, la tónica del encuentro era similar, con un BM Zamora que era capaz de penetrar en la defensa rival con relativa facilidad, así como de cogerle la espalda saliendo rápido al contragolpe. Tanto es así, que pronto la ventaja se habría aumentado hasta los 10 tantos (27-17).
El conjunto de Viriato no levantaba el pie del acelerador con el paso de los minutos, mostrándose afilado en ataque y rocoso en defensa, casi sin dar opciones a los leoneses. El partido encaraba sus últimos cinco minutos con la intensidad por bandera, con un BM Zamora que quería brindar a su afición las mieles de la victoria y haría lo que fuera por conseguirlo.
Finalmente, el encuentro se cerraría con victoria local por un incontestable 33-24 y la afición zamorana se iba a casa con el sabor de la victoria. La temporada está cada vez más cerca, y al graderío del Ángel Nieto le gustó lo que se vio sobre su renovada tarima.
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