El Balonmano Zamora se presentaba este sábado ante su público en partido amistoso. Era el primer duelo de preparación para los de pupilos de Margareto después de un mes de pretemporada. El rival, un Base Oviedo de Primera Nacional que teóricamente estará luchando entre los mejores de su campeonato.
El técnico local no pudo contar con cinco jugadores importantes en su esquema. Jortos, Aravena, Sarasola, Maíde y Magariño tuvieron que seguir la contienda desde la grada y el equipo lo notó, principalmente a la hora de las rotaciones para tomar aliento en un momento de pretemporada donde la carga de trabajo es alta para todos.
Los zamoranos empezaron bien. Cubillas y el argentino Nacho López se repartieron los primeros siete goles de su equipo: tres para el extremo y cuatro para el jugador argentino que fue uno de los que mejor impresión dejó entre la hinchada en cuanto a fichajes se refiere. Andrés, que dirigió al equipo en esos primeros minutos, rompería ese totalitarismo del gol de sus compañeros para poner el 8-6 en el marcador cuando se alcanzaba casi el ecuador del primer acto.
De ahí, hasta el final del primer acto, Base Oviedo estuvo mejor, sobre todo en los últimos cinco minutos, aprovechando un bajón del equipo local para irse al descanso mandando en el marcador con un ajustado 12-14.
La afición se entretenía con los goles y trataba de ver detalles en las nuevas incorporaciones. Así, a los ya habituales como Guille, Fer, Jaime, Horcajada o Guarido, se le sumaban dos zamoranos que regresaban al primer equipo como Dela y Andrés. A partir de ahí, los jovencísimos David Gallego y Marcos Páez mostraron mucho desparpajo a la hora de asumir peso en el equipo, Samudio evidenció que puede hacer mucho daño con su potencia en el pivote y Antonio Sánchez también dejó algún destello, siendo uno de los jugadores con más centímetros del equipo.
En la segunda parte, el choque siguió con la tónica de igualdad. Los dos equipos probaban diferentes situaciones, tanto en defensa como en ataque. No obstante, la sensación era que los asturianos estaban más fluidos en el juego, que encontraban con más facilidad los lanzamientos a la meta de Posado y que en defensa solo sufrían cuando el Rutas del Vino lograba correr. Y es que en estático, la escuadra de Margareto todavía está tierna y le cistaba mucho encontrar espacios para sacar lanzamientos claros.
Se entraba en los últimos minutos con ventajas de uno o dos goles para Base Oviedo y era el momento de saber si al BM Zamora le quedaba fuelle para conseguir la primera remontada del curso. Pero los visitantes encararon más enteros esos minutos claves y lograron llevarse el triunfo sin apenas sufrimientos con el 26-28 final.
Un BM Zamora muy mermado cae ante Base Oviedo en su primer amistoso
Los zamoranos empezaron bien el duelo pero fueron perdiendo fuelle a medida que pasaban los minutos. Al descanso se fueron perdiendo 12-14 y en el segundo tiempo también bajaron el rendimiento en el tramo final para terminar cayendo por 26-28.
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