Los pistachos salieron a la pista cargados de esperanzas demantener sus buenas sensaciones en casa. Los de Leo Álvarez comenzaron elchoque con gran empaque, demostrando seriedad atrás y generando quebraderos decabeza a la defensa madrileña. Por su parte, el Alcobendas se topó con un muroen sus llegadas y con un Felipe Barrientos que tuvo grandes acciones en suportería y generando contraataques.
La primera mitad estuvo marcada por las decisionesarbitrales. Faltas y minutos de suspensión que no gustaron a una grada que sequejaba de que únicamente se le castigaban al bando local. Reacciones quefueron encadenándose hasta el descanso mientras que los jugadores hacían todolo posible por mantener la concentración.
Sin embargo, la fuerte defensa generada en torno a Adriándejó en nada las intentonas locales. Defensa que secó al ataque pistacho y quefue una de las principales culpables, junto a los nueve tantos repartidos entreAlfonso de la Rubia y Manuel Falcón, de la ventaja por 9-15 de los madrileñosal descanso, así como de la recuperación visitante tras unos primeros quinceminutos muy parejos donde el BM Zamora consiguió irse en el marcador.
El segundo tiempo comenzaba con un arreón liderado por loszamoranos. La intención de recortar distancias se vio cumplida en los primeroscompases, llegando a ponerse con 14-18 en el ecuador de la segunda parte. Momentosen los que Mouriño se erigía con un quebradero de cabeza para los madrileñoscon cuatro goles.
La confianza local fue en aumento, mostrándose sobre elparqué con varias jugadas largas tras un encuentro marcado por las prisas porparte de los chicos de Leo Álvarez. Tranquilidad sobre el parqué y fiebre enlas gradas, la cual se mostraba furiosa por unas decisiones arbitrales que no compartían.
El choque, a falta de diez minutos, dejaba patente laigualdad entre ambos clubes. El 18-20 evidenciaba la alta posibilidad de que lavictoria se fuese tanto para un banquillo como para el otro. Diferencia en laque continuó moviéndose el duelo, pues cuando los visitantes parecían capacesde distanciarse volvía a aparecer Miñambres para romper en mil pedazos susesperanzas.
El ‘Sí se puede’ inundó el Ángel Nieto en los últimosinstantes, celebrando cada uno de los goles de los suyos y el momento del 22-23tras un gran tanto. Aplausos para los suyos y pitada generalizada a unAlcobendas que ´buscaba rascar segundos del crono. Sin embargo, Manuel Falcón yAlfonso de la Rubia, con cinco y nueve tantos, volvieron a poner un más trespara los suyos a falta de 48 segundos.
Ventaja que terminó siendo insalvable para unos pistachosque chocaron contra un muro en un buen partido, donde la defensa madrileña fueel principal obstáculo para la segunda victoria en el Ángel Nieto en las dosprimeras fechas ligueras.
Así, el 24-25 deja a los de Leo Álvarez con una victoria entres partidos antes de visitar al Condes de Albarei Teucro el próximo sábado.