Era una final para el Balonmano Zamora y un partido clave para Cangas y no solo se notó en la tensión de la cancha, también se trasladó a las butacas del municipal de los deportes Ángel Nieto. El pabellón lució la mejor entrada de la temporada con un graderío repleto, llenando cada uno de los asientos disponibles. Más de mil doscientas gargantas que vibraron con la élite del balonmano español.
A la afición del MMT Seguros no les hacen faltan muchos alicientes para demostrar su respaldo al equipo, pero esta vez se unieron la necesidad del equipo pistacho y la presencia de un reducto de unos cien seguidores gallegos, que se colocaron en la zona de tribuna baja y alentaron a su equipo también hasta la extenuación.
Fue un choque limpio en la cancha y también lo fue en la grada hasta que restaban veinte minutos para el final, cuando el choque se calentó. La Policía Local tuvo que hacer acto de presencia en la zona donde estaban los aficionados del Cangas ante la presencia de botellines de cristal de cerveza. El ambiente se enrareció en el entorno y resultaba vital que los jugadores se centrasen en el choque.
Pero la cosa no pasó a mayores, los dos equipos mostraron la deportividad que siempre rodea a este deporte y las dos aficiones, pese a seguidores puntuales, reconocieron la animación de la hinchada rival. En cuanto a los zamoranos, especialmente emotiva fue la ovación al final de choque. Una ovación mutua. El equipo agradeció su esfuerzo a los jugadores, pero los jugadores también quisieron devolver la entrega a los hinchas. Final feliz y a seguir remando.
Batalla colosal en las gradas del Ángel Nieto
El partidazo que tributaron sobre la cancha el MMT Seguros y el Balonmano Cangas no solamente se quedó en el cuarenta por veinte, sino que también se trasladó a las gradas con un municipal repleto y con dos aficiones que se vaciaron en la animación para intentar llevar a su equipo a la victoria.
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