Tras vencer a Brasil en semifinales, Chile llegaba por primera vez en su historia al último partido de los Panamericanos. Allí esperaba una Argentina que tumbó a México por 34-14 en su búsqueda del oro.
En la final, el cuadro chileno se vio adelantado rápidamente en el marcador por una Argentina que no levantó el pie del acelerador. La selección chilena consiguió adelantarse con dos tantos de ventaja, pero a la llegada del descanso los argentinos volvían a estar por delante.
Finalmente, el equipo de Barrientos y Ceballos terminó con un resultado en contra de 31-27, significando una plata histórica para los chilenos en los Juegos Panamericanos.