Costosa, pero lograda. El triunfo del Balonmano Zamora ante el Royal Gijón fue una oda al balonmano entre dos equipos entregados, férreos y atrevidos que dieron una exhibición. No fue hasta los últimos 15 minutos cuando el Zamora abrió la brecha definitiva que decantó el vibrante duelo. Los pistachos se reponen de su derrota ante Soria y regresan a la senda del triunfo (34-29) para seguir en el trono de la clasificación.
Los primeros 15 minutos estuvieron marcados por el acierto en portería. Fueron unos primeros compases de toma y daca, de intercambio de golpes. Marco Torres y Pau daban la primera ligera ventaja (2-1) aunque el Balonmano Zamora no pudo sacar rédito de la exclusión de Palacio por un manotazo a Medina. El Royal Gijón supo resistir en defensa, pero la diferencia la hizo Caroín en portería con varias intervenciones de mérito. Estuvo brillante el portero visitante para cercar la portería rival.
A Félix Mojón se le acabó la paciencia cuando Fernández puso el 4-6 en el marcador. Tiempo muerto para reordenar las ideas. El toque de atención surtió efecto de inmediato igualando la contienda (7-7). El Royal Gijón desplegó un histórico juego asociativo que mareó a los pistachos. Pipe no estaba fino en portería y salió Lauraro para intentar cambiar la inercia. Excelso el portero argentino para atajar un siete metros a Fernández. Gigi firmó el 10-9, pero los guerreros de Viriato no se zafó de los tentáculos de su rival.
Ya se habían cumplido más de 22 minutos y ningún contendiente pudo abrir brecha (11-11). Lo cierto es que el cuadro gijonés rebosaba confianza, firmeza y tenía las ideas claras. Cruz mandó el balón a la escuadra, los pistachos no fueron eficaces en ataque y la acometida del Gijón tampoco fructificó. Espadas en lo alto, corazones palpitando a un ritmo alto. Hugo fue infalible desde el pivote y su actuación pudo marcar la diferencia, sin embargo, el Gijón no dio su brazo a torcer, su puntería para alojar la pelota en la escuadra dificultó al Balonmano Zamora irse en el marcador (15-14).
La segunda parte no comenzó bien. Hugo erró en el pase lo que provocó el enfado de Félix Mojón, pero el pivote se serenó en la siguiente acción propiciando el gol de Medina. Choque de palmas entre el míster y el jugador. Lautaro emuló a Caroín en portería realizando dos espectaculares paradas. Medina se elevó entre la defensa gijonés para asestar un potente tiro (19-17). Al Balonmano Zamora le estaba costando un mundo abrir brecha y eso fue por el buen hacer del Gijón que igualó la contienda (19-19).
Al fin se abrió brecha. Marco fue infalible desde el extremo, Gigi acertó, Pau robó la pelota y Guille culminó la jugada para poner tres arriba a los pistachos (23-20).
Oier puso su sello y la ventaja se iba a los cuatro tantos con algo más de diez minutos para el final aunque el Gijón siguió penetrando la defensa. Se tuvo que emplear a fondo, pero el Balonmano Zamora al fin consiguió lo que ansió durante todo el pleito, una renta que le permitiera coger aire (27-22).
Se llegó a los últimos cinco partidos del vibrante duelo. Marco Torres, quien parece que tiene el pulso congelado, estiró la renta a los 6 tantos, si bien el Royal Gijón desplegó toda su velocidad para recortar su desventaja, un asunto difícil porque el reloj corrió en su contra. Otra más del Balonmano Zamora para establecer el 34-27 a poco más de un minuto y medio para el final. El pleito ya estaba decantado. Dos puntos trabajados que se llevan los pistachos al zurrón (34-29).
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