El Atlético Benavente se ganaba este sábado el derecho deportivo de poder militar el año próximo en la Segunda División B del fútbol sala español. Y se lo ganaba al levantar el 2-1 de la ida recibido en Cantabria y vencer en el Pabellón de la Rosaleda por un claro 5-2. Los benaventanos sabían que no podían fallar y con un público entregado que abarrotó el municipal de Benavente, los jugadores se dejaron todo en la pista para tributarle una alegría a la hinchada y rememorar los tiempos brillantes del club más señero de este deporte en la provincia.
Al descanso, el encuentro se mantenía igualado, con un 2-1 para los benaventanos. Eso sí, las sensaciones que transmitía el cuadro blanquiazul era de superioridad y de poder romper el partido en cualquier momento. Pese a todo, desde el banquillo se pedía tranquilidad y cautela para no cometer errores. En los primeros compases del segundo acto llegaba el 3-1 que parecía que rompería el duelo, pero sucedió todo lo contrario. El equipo cántabro apretó los dientes, acortó distancias, colocó el 3-2 en el luminoso y puso cerco a la portería local. Afortunadamente, el Atlético Benavente aguantó esos minutos de empuje y lograba el 4-2.
El tramo final fue de infarto, con el CD Cavada buscando el gol que le permitiese forzar la igualada en el global de la eliminatoria y con el Atlético Benavente aguantando el resultado. Solo a falta de tres segundos, Oli hacía el definitivo 5-2 que sellaba el ascenso de su equipo a la categoría de bronce del fútbol español.
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