La prueba atlética 'Dos y pingada' dejaba claro que Zamora iba a ser protagonista, en concreto uno de los lugares más emblemáticos de la capital que se convertía en el tartán de pequeños y mayores.
Desde los atletas de la cantera hasta los más veteranos de Zamora se agolparon en la parte baja para salir a toda prisa uno a uno e intentar marcar el mejor crono en una tarde con gran expectación.
Agolpados en los laterales y en la entrada de la Plaza Mayor, los seguidores pudieron acompañar a unos atletas que demostrar sus ganas y el buen nivel del atletismo de la provincia.