Andrea Peláez, la voz zamorana en la gesta española del Mundial: "El cambio social es mucho más grande que el cambio deportivo y mediático"

La periodista zamorana fue la encargada de cubrir el Mundial de Australia y Nueva Zelanda para la Cadena COPE

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Andrea Peláez entrevista a Jenni Hermoso
Andrea Peláez entrevista a Jenni Hermoso

La selección española femenina se coronó en Australia al lograr su primer Mundial de fútbol ante Inglaterra gracias al solitario gol de Olga Carmona. Un gol que colocó a España en lo más alto con el torneo más prestigioso a nivel de naciones y que la zamorana Andrea Peláez vivió en primera persona como enviada especial de la Cadena COPE. Una periodista que explica para Zamora24horas cómo fue su cobertura entre Nueva Zelanda y Australia, las dos sedes del torneo, así cómo la celebración y la presión de tener que trabajar en un evento de tal calado:

-¿Cómo ha sido la experiencia de retransmitir y cubrir este Mundial?

-Ha sido sin ninguna duda la mejor experiencia de mi vida. Es verdad que es el segundo Mundial que cubro para la radio tras el de Francia en 2019, donde caímos en octavos de final ante Estados Unidos, pero este ha tenido otra connotación además de por el año que hemos pasado con los problemas en la selección y aquella decisión de 15 futbolistas. En este Mundial sentíamos muchos más ojos puestos sobre el equipo por todo lo que había ocurrido y poder contarlo desde allí, con tal esfuerzo de la radio, y con el logro deportivo que es lo más grande que puede conseguir una selección pues ha sido impresionante. Poder compartirlo con las jugadoras, con todo el mundo que ha formado parte... ha sido muy emocionante porque en el fútbol femenino somos más 'familia' que en el masculino porque hemos visto a las jugadoras pasar por épocas mucho más complicadas y ahora las vemos recoger el fruto por el que tanto han luchado. Volvería a irme 40 días una y otra vez, aunque no hubiésemos ganado, pero con este final ya queda para la historia. Nos hemos bordado una estrella en el pecho que no se podrá borrar jamás independientemente de las circunstancias que nos hayan traído hasta ella.

-¿Ha notado el crecimiento y un mayor seguimiento del fútbol femenino en estos últimos años?

-Desde luego. Ha sido brutal y discrepo con mucha gente que dice que el Mundial del cambio ha sido este, creo que fue Francia porque el primero que jugamos fue en Canadá 2015 y en 2019 ya había mucho seguimiento. Es verdad que era un viaje más asequible, hubo muchos medios que viajamos a Francia y había más apuesta mediática por el fútbol femenino, en la Eurocopa de Inglaterra todavía más y este ha sido el colofón. En el caso español ha ayudado toda la corriente informativa del último año con las 15 jugadoras, había un foco muy grande pero el crecimiento ha sido exponencial y brutal, tanto que no sé si esperábamos algo tan grande en un espacio de tiempo tan relativamente pequeño con la liga siendo profesional, las televisiones apostando por las retransmisiones... Es lo que merecen las futbolistas. No creo que esto vaya a suponer un cambio radical, pero creo que va a servir para que la selección sea un reclamo mucho más grande cada vez que jueguen. 

-¿Cómo ha vivido este mes entre Australia y Nueva Zelanda?

-Con mucha emoción porque son dos países que si no tienes la posibilidad de visitarlos en una circunstancia como esta quizá no lo hagas nunca. Nueva Zelanda son las antípodas de España y eso hace que sea muy complicado viajar hasta allí, es verdad que es mucho más rural porque hemos estado entre Wellington y Auckland y ha sido espectacular ver todos los paisajes, las montañas, la gente con las raíces maorí con esos tatuajes en la barbilla que se llama 'moko', ver a parte de la población descalza porque quieren estar en contacto con la naturaleza... En Australia solo estuvimos la última semana por la final, pero Sidney me ha dejado boquiabierta, para quedarme a vivir. Es una ciudad brutal, con ese ambiente y la gente, Australia es diferente a pesar de la cercanía, pero ha sido brutal y me queda la espinita de la isla sur de Nueva Zelanda y conocer otras ciudades de Australia. 

Andrea Peláez con Irene Paredes en zona mixta
Andrea Peláez con Irene Paredes en zona mixta

-¿Fue extraño vivir un invierno en lo que para nosotros es pleno verano?

-Sí, porque tuve que hacer una maleta llena de abrigos, sudaderas, camisetas y calcetines térmicos un 17 de julio. Es una cosa extrañísima, vivir al contrario del mundo con diez horas de cambio horario especialmente para trabajar ha sido duro, porque tener que estar constantemente pendiente de lo que necesitaban desde España cuando yo me iba a dormir y cuando yo estaba despierta todo el mundo estaba durmiendo. Viajar sola como enviada especial de COPE ha sido muy duro, había compañeros de otros medios pero allí somos competencia para sacar las noticias antes y la distancia con la familia y el cambio horario hacen que tengas bajones. Entre que es invierno y ves todo más crudo, sumando que es muy difícil que vas para trabajar y debes estar disponible casi las 24 horas al día con diez de cambio horario lo hacen muy extraño, muy duro, pero muy gratificante.

-¿Ha sentido presión o una mayor responsabilidad al ser uno de los grandes torneos en los que la selección femenina ya llegaba con un mayor cartel?

-Sí, al llegar a la final es la primera vez que cubro una final de un Mundial y sientes que todos los ojos están sobre ese evento y más para una radio referente como Cadena COPE. He sentido la presión de intentar avanzar la información antes que el resto para que COPE diera la exclusiva, en las retransmisiones estar a la altura, en las zonas mixtas estar a la altura de las protagonistas, de grabar entrevistas para la noche... Tienes la presión de que es una final de un Mundial y, además, de que es algo histórico porque es nuestra primera final femenina y la gente está pendiente y eres la enviada especial de un gran medio que tiene que estar a altura. He sentido mucha presión y he tenido días muy agobiada, pero ha sido muy gratificante porque los compañeros y los jefes te dan la enhorabuena.

-Estos últimos días la celebración ha sido opacada por la polémica de Rubiales, ¿Cómo se vivió la celebración del Mundial?

-Ha sido totalmente eclipsada por lo que todo el mundo sabe y es una pena porque se merecían una semana de resaca emocional y, sin embargo, han tenido que responder y salir al paso a una actuación bochornosa, ruin y que es indefendible del presidente de la RFEF. Más allá de que todo se haya politizado y haya extremos, el hecho es un uno y es una pena que haya eclipsado lo conseguido por las futbolistas y el cuerpo técnico. Es una pena pero las cosas han venido así dadas y así las estamos haciendo frente, que somos campeonas del mundo, es un año histórico y nadie se lo esperaba después de todo lo de los últimos meses y la derrota por 4-0 ante Japón. Ha llegado con el trabajo de unas jugadoras a las que no les han regalado nada, que les han puesto muchos palos en las ruedas y han conseguido alzarse con un trofeo que es dificilísimo ganarlo. Es una pena que estemos hablando de otras cosas, pero hay que hablar de ellas. Hay que dejar muy claro que la celebración allí fue brutal, las futbolistas estaban felices y al llegar a Madrid el recibimiento fue asombroso y no lo esperaban. El cambio social es mucho más grande que el cambio deportivo y mediático. Ellas se lo merecen, lo han podido exprimir y es una pena que no se haya podido cumplir al 100% ese sentimiento de felicidad.

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