La falta de un protocolo deportivo ha sido el mayor enemigo del Amigos del Duero para esta pretemporada. Si casi todos los equipos de la ciudad pudieron ir entrenando antes o después en sus instalaciones habituales, la situación del equipo amarillo no fue tal, lo que obligó a las jugadoras a tener que dejar la Ciudad Deportiva de la capital para aterrizar en Moraleja del Vino.
Allí han estado bajo las órdenes de Nacho Merino durante el último mes, quien ha tratado de realizar la mejor puesta a punto de cara un curso motivador tanto para cuerpo técnico como la plantilla. El regreso a la Primera Nacional ha sido el mayor motivador para un club que se encontró con las puertas cerradas de su campo habitual, obligándolas a entrenar lejos de su césped y en circunstancias diferentes a las habituales.
Si bien encontraron en Moraleja del Vino todas las facilidades por parte del equipo de Gobierno de esta localidad del alfoz, relación amistosa que quedó demostrado con la entrega de un obsequio por parte de la directiva futbolística, el no poder estar en su estadio ha sido un impedimento importante para las jugadoras.
Ahora, a tan solo tres días para visitar el campo Vicente del Bosque de la ciudad de Salamanca y dar comienzo a la temporada 2020/2021 de Primera Nacional, las amarillas vuelven a pisar su terreno de juego habitual, en el cual tratarán de convertirse en la revelación de una liga donde parten con la etiqueta de 'debutantes' pero en la que intentarán entrar por la puerta grande.