El Zamora camina irremediablemente hacia la Segunda RFEF. Este domingo, el conjunto rojiblanco jugaba una final ante el DUX Internacional y la perdió de forma merecida. La hinchada respondió, medianamente, a la llamada de equipo y cuerpo técnico. Casi 2.500 personas acudieron al municipal zamorano. Eso sí, dado que el gol del DUX llegó en el minuto 9 de la primera mitad y que no parecía ser el mejor día del Zamora, la afición apenas se metió en partido. El equipo no enganchó y la apatía del césped se trasladó al graderío.
La desesperación de la hinchada es de índole cuantitativa, con el equipo en descenso y encadenando siete partidos seguidos sin marcar, y también cualitativa, y es que las sensaciones son malas para un plantel que, salvo puntuales excepciones, ni siquiera transmite la sensación de dejarse la vida por el escudo. Todo eso lleva generando desde hace semanas pitos aislados a algunos jugadores, al juego del equipo y también cánticos pidiendo la dimisión del director deportivo.
Este domingo los pitos y esos cánticos fueron más tímidos que hace quince días, quizás por el pasotismo que se ha instalado en la hinchada local. Pero lo peor estaba por llegar para la afición del Zamora. Una vez asumido que los ascensos y descensos forman parte del fútbol y cualquier equipo está expuesto a ello, las declaraciones de Víctor de Aldama pos partido generaron un terremoto. Y es que el máximo accionista del Zamora, en su intento de defender al director deportivo de las críticas, ofreció una rueda de prensa muy subida de tono en la que arremetió contra la hinchada y puso al director deportivo por delante incluso del proyecto.
Esas declaraciones están generando un torrente de opiniones, a través de las redes sociales y de comentarios en diferentes foros de opinión como el que pone a disposición de los aficionados zamora24horas a través de sus comentarios. Aficionados que comparten el fondo, otros que no, pero en todo caso todos los hinchas censurando las formas. Y es que si bien los propietarios del club apenas estaban recibiendo ataques directos en una mala temporada en lo deportivo, las tornas han cambiado con una comparecencia ofrecida por el presidente del Zamora, en caliente, y en la que pide a los aficionados que no vayan a apoyar al equipo y que se queden en casa si es para criticar.
Estas declaraciones cambian, sin duda, el debate tras el 0-2 ante el DUX Internacional. El debate se traslada de las opciones de permanencia o no a nivel deportivo, de una plantilla que está muy lejos de las expectativas creadas, a un debate más de fondo sobre la continuidad del proyecto.