Minuto de silencio en homenaje al padre de David Movilla, fallecido el fin de semana anterior, y Diego Armando Maradona. Así dio comienzo el derbi en la grada del Ruta de la Plata. Un silencio en respeto de ambas figuras antes de dar comienzo al espectáculo futbolístico que se vio sobre el césped del feudo zamorano.
La afición estuvo con los suyos en todo momento, aplaudiendo cada salida de balón y los movimientos en acciones individuales para salir de la presión visitante. Equipo visitante que tuvo la primera del choque en un error en la cobertura que permitió que accedieran por la banda derecha, entrasen hasta el área y tuviese que intervenir Jonvi con una mano providencial en un pase raso que iba envenenado al corazón del área pequeña. Aunque desde ese momento el Zamora se desató.
Mostrando su asfixiante presión a sus seguidores, algo que estos no dejaron de poner en valor, los de Movilla encadenaron hasta el minuto 20 varios disparos de peligro que terminaron en córner o paradas de Serna. La más clara, un cabezazo de Sergio García entrando al palo corto para rematar un centro de Perero, terminando en saque de esquina y levantando al público de su asiento y arrancando sus aplausos.
Pasada la media hora, y en medio de unos minutos de dominio rojiblanco, Carlos Ramos trató de sorprender a Serna con un disparo desde fuera del área que se fue desviado. Intento que gustó a los que estaban en la grada al ver que sus jugadores seguían intentando romper el 0-0. A partir de ese momento los charros tuvieron dos ocasiones que sacaron los nervios de los espectadores y que obligaron a la defensa a subir las revoluciones.
Pero las alarmas saltaron a falta de cinco minutos para el descanso, cuando Carlos Ramos se tiró al suelo y se llevó la mano a la pierna. Temida lesión que no fue, ya que el centrocampista se levantó rápido y volvió a jugar como si nada. Algo que fue un alivio a tenor de lo visto sobre el campo, donde estaba siendo el mejor de los zamoranos.
La segunda parte comenzó con la esperanza de los aficionados de seguir viendo el bueno juego del Zamora CF, quien mostró algunos de los mejores minutos de la temporada frente a los suyos y solo se quedaron con la miel en los labios por la falta del gol. Esperanza que rompió Unionistas en la primera jugada. Coque perdió la espalda en una contra, los charros lanzaron un centro al área que Jonvi blocó mal y terminó dejando un balón muerto que pescó Manu Viana, jugador que acababa de entrar.
Golpe anímico que fueron quitándose tanto equipo como afición con el paso de los minutos. Aunque el 0-2 ya sí que rompió sus sueños. Manu Viana volvió a anotar al sorprender a Jonvi con una falta desde la zona de córner y que entró pegada al palo largo.
El Zamora continuó intentando marcar y apretar el duelo, especialmente a través de centros al área que, en casi su totalidad, fueron despejados por Serna o sus centrales. Mientras, la afición esperaba ver el primer tanto local y trató de empujar desde la grada, desesperándose en un disparo de Abel Conejo que el centrocampista lanzó directamente fuera después de encontrarse el esférico dentro del área y sin oposición. Situaciones que se mantuvieron sobre el campo pero que no sirvieron para cambiar un duelo donde la afición de casa se marchó con el sabor agridulce de ver que en la primera parte su equipo pudo decantar el partido.
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