Fue a principios del mes de marzo cuando los pabellones de la provincia de Zamora acogían los últimos encuentros con público. A partir de ese momento, la irrupción del coronavirus obligó a suspender todas las competiciones y aquellas que volvieron lo hicieron a puerta cerrada, sin permitir el acceso al público en general.
Este sábado 29 de agosto, casi medio año después, los hinchas zamoranos han podido volver a disfrutar de un encuentro celebrado en un pabellón. Ya que si bien es cierto que otros espectáculos deportivos como el Regional de Salvamento ya se celebraron días atrás con presencia de público reducido, hasta ahora la afición no había podido volver a presenciar partidos celebrados a cubierto.
El BM Zamora – Base Oviedo de este sábado ha sido la prueba de fuego del regreso de la hinchada a los pabellones en Zamora. Un regreso que ha estado marcado por las concienzudas medidas de seguridad sanitaria que había impuesto el club, tanto para los equipos, como para los aficionados, como para los medios de comunicación.
Desde casi una hora antes del choque ya empezaron a llegar los primeros aficionados, que fueron cumpliendo con el escrupuloso protocolo para ocupar su asiento en las gradas. Asientos perfectamente marcados para indicar a los hinchas qué plazas podían usarse y cuáles estaban prohibidas para garantizar la distancia social exigida por Sanidad.
Unos 200 espectadores se dieron cita en este primer partido con público de la ‘nueva normalidad’. Ahora queda por saber si esta situación será una constante esta temporada o si el escenario cambia: a mejor… o a peor.
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