La hinchada del Balonmano Zamora volvió a resultar indispensable para que los pistacho sumasen dos nuevos puntos a su casillero. Fieles a la cita, los seguidores ocuparon dos terceras partes de los graderíos para apoyar a su equipo en una fase final del campeonato que se prevé muy igualada y en la que los zamoranos se jugarán su presencia en la fase de ascenso a la Liga Asobal.
La afición lo sabe y por eso, sea o no el partido atractivo, siempre está alentando a su equipo. Fue el caso de este sábado, donde los aficionados acabaron el partido siendo consciente de que no se había podido ver la mejor versión del MMT Seguros, pero ellos pusieron todo de su parte para llevarles al triunfo.
La primera ovación de la tarde fue para Mouriño, en su regreso a casa. A partir de ahí, airadas protestas a los colegiados, dudas en algunos momentos, presión al equipo rival y al final explosión de júbilo tras un final extremadamente igualado. El MMT sigue invencible en su feudo y gran parte del secreto reside en su público.