Era un partido esperado. Los duelos ante Palma del Río siempre son tensos y la hinchada lo sabía. Por eso ofreció la mejor entrada del curso con más de ochocientas personas en las gradas. Fue la afición de las grandes citas, de los encuentros importantes. Una hinchada que animaba a su equipo sin parar, que celebraba cada gol, festejaba cada defensa y apretaba a la pareja arbitral.
Una pareja arbitral que volvió a salir del Ángel Nieto entre abucheos tras las dos últimas acciones controvertidas del último minuto: el riguroso golpe franco para Palma y el pasivo que levantó el colegiado nada más regresar del último tiempo muerto. Dos acciones que terminaron de herir a un público que se desesperó con el juego de Palma, rozando constantemente el pasivo, y que se divirtió con el juego vertiginoso de su equipo.
Eso sí, quien más y quien menos se olía un final igualado ante la imposibilidad del MMT de romper el partido gracias, en parte, a la gran actuación de los porteros visitantes. Con todo, en los momentos calientes del choque, la afición fue ese jugador más que siempre ayuda al BM Zamora. Lo que no se esperaban era el enésimo fallo en una gestión de final de partido que volvió a dejar sin un punto al MMT Seguros.