La grada fue una fiesta de principio a fin. Sin un hueco libre en el Ángel Nieto, los seguidores zamoranos exhibieron con orgullo sus bufandas y camisetas para alentar a un equipo, como siempre, entregado a la causa. El recibimiento a los jugadores elevó los decibelios de un pabellón dispuesto a guiar a sus hombres hacia el milagro. La hinchada rugió de lo lindo con las primeras acciones positivas de los suyos y, aunque el éxtasis disminuyó a medida que el Barcelona fue abriendo brecha, jamás hubo un reproche hacia los de García Valiente.
Al contrario, ya con el marcador muy desequilibrado, cánticos como 'Zamora es de Asobal' contribuyeron a mantener a los pistacho dentro del partido hasta la bocina final. Incluso, algunos infiltrados con camisetas del Barcelona se dejaron llevar por el colectivo y se rompieron la voz para alentar a los zamoranos, que no pudieron evitar el alirón de los de Xavi Pascual, pero que salieron del Ángel Nieto, una vez más, con la cabeza alta.
Antes, en los prolegómenos del partido, la hinchada pudo homenajear una vez más al MMT Seguros por su ascenso a Asobal. Instantes antes del comienzo del encuentro, Jortos recibió el trofeo que acredita a los pistacho como subcampeones de la División de Honor Plata, curiosamente por detrás del filial del Barcelona.
Al final del choque, el turno de la celebración fue para los culés, que se proclamaron campeones de Liga y que obtuvieron el reconocimiento del público zamorano, dentro y fuera del pabellón. Ya en la zona de vestuarios, una niña expresó el reconocimiento del público hacia el Barcelona al obsequiar a Nicola Karabatic con una camiseta como regalo por su cumpleaños y por un nuevo título. Un gesto que el francés agradeció con una muestra de cariño propia de un campeón que salió, como muchos de sus compañeros, encantado por el trato dispensado por el club local.