Casi dos meses después regresaba el balonmano de élite a Zamora. En el primer partido en casa de 2018 para el MMT Seguros la afición no podía faltar y llenaba el Pabellón Ángel Nieto a rebosar. Una nueva final a las que el equipo tiene acostumbrada al público desde el comienzo de temporada. además de "Lobenzio" y "Gazi", en este regreso de la competición, el club presentaba a las Cheerleaders de Anna Ferrero que animaban cada descanso con sus bailes.
Al principio, al igual que el equipo, la afición estaba fría, siendo solapada por una decena de aficionados llegados desde Valencia para animar a los suyos. No obstante, la afición zamorana empezó a entrar en el partido, a protestar las decisiones arbitrales y levantarse de su asiento con cada gol pistacho.
La segunda parte todo sería diferente. El arranque de los de García Valiente enganchaba al público. Cada parada de Calle, cada error en ataque visitante y cada gol local se convertía en una ovación. Tanto así, que en cierto momento los visitantes se vieron superados por todos los factores.
La nota negativa la pondría la actuación arbitral. La afición no terminaba de comprender la disparidad existente en la defensa de uno y otro equipo. Cada tiro fallado en Puerto Sagunto se convertía prácticamente de manera automática en siete metros, en cambio en los ataques zamoranos, eso no ocurría, lo que provocaba la ira en los aficionados.
No obstante, al término del encuentro el público zamorano no dudó en ovacionar a los suyos, a la afición visitante y al equipo visitante. Los que sí se llevaron una sonora pitada fueron los dos colegiados, que no dejaron muchos amigos en el municipal Ángel Nieto.
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