Adri Fuentes baja de las nubes a un Zamora espeso y sin ideas

Un gol del delantero del Tarazona nada más comenzar el segundo tiempo corta la racha triunfal rojiblanca

Sergio Nieto protege el balón
Sergio Nieto protege el balón

Irreconocible, plano, sin convicción y sin rastro del arsenal ofensivo con el que dispone. Así se mostró el Zamora ante el Tarazona. Una derrota que corta la espectacular racha de tres victorias consecutivas. Un sopapo de realidad para no pensar en el futuro e ir paso a paso.

La sombra de Carlos Ramos fue larga. La sala de máquinas estuvo errática, sin capacidad para generar ni repartir juego. El Tarazona no es que jugara a placer, ya que el partido fue difícil de digerir, pero llegó con más determinación. Adri Fuentes, en el 48, decantó el partido y no dejó que el Zamora se tomara la venganza del partido de ida. 

La única duda que despertaba entre los aficionados rojiblancos era quién ocuparía el puesto del sancionado Carlos Ramos, y eso Juan Sabas lo disipó dando la titularidad a Aleix Gorjón y adelantando unos metros a Clavería. También hubo una novedad en el extremo derecho: Joel Priego partió desde el banquillo y fue Rufo Lucero quien regresó a la titularidad. El pibe argentino se ha ganado con creces la confianza de Sabas.

Solo habían transcurrido unos segundos cuando el Zamora, vestido de negro, asomó su cabeza en el área de Fouli. Avanzó Rufo Lucero por su banda y metió el balón al área, aunque la defensa del Tarazona estuvo hábil para despejar el primer aviso.

Salió el Zamora con la intención de ser protagonista con el balón, y así fue en los primeros compases. Al toque, con un juego coral y atacando los espacios, los rojiblancos asumieron la manija del partido.

El Tarazona también tuvo sus opciones. No pudo rematar bien un centro de Manu Rico y Carlos Gutiérrez estuvo impecable para cortar una internada de Adri Fuentes. Tampoco lo pasó bien Edu Campabadal para atar a Adri Fuentes, que fue un incordio y el más activo del Tarazona.

Ese ímpetu inicial del Zamora se fue diluyendo, mientras el Tarazona se fue asentando y cogiendo mayor protagonismo sobre el verde. Había pasado la media hora de juego y pocas noticias había de Roni en el área.

Cerca estuvo Adri Fuentes de enganchar un balón que botaba en el área. El Zamora perdió protagonismo y fue el Tarazona el que más llegaba al área, aunque sin ningún tiro peligroso.

El conjunto aragonés creció en su campo, más suelto. Pradera no llegó a cabecear el centro de Manu Rico, pero el "uy" lo puso Adri Fuentes con un remate de cabeza que se fue directo a la madera, aprovechando un saque de esquina. Al Zamora le había entrado el miedo en el cuerpo y no se encontraba. Buscó, incluso, en los últimos minutos, rebajar las pulsaciones con el balón en su dominio, pero ni esa fórmula le funcionó, porque su rival supo robársela sin apuros.

En el último suspiro de la primera parte, fue Trilles quien remató de cabeza al travesaño en un nuevo saque de esquina. Dos palos y los dos en acciones a balón parado.

Gol definitivo y una losa imposible de levantar

Y si ya perdonó el Tarazona en la primera parte, no lo hizo en la segunda. Esas acciones a balón parado que tanto condenan al Zamora se volvieron a repetir. Los locales ejecutaron una falta lejana nada más iniciar el segundo acto, en el minuto 48, Trilles peinó con la cabeza y Adri Fuentes, no sin antes atropellar a Fermín, puso el 1-0. El Zamora estaba noqueado, impreciso, sin ideas y sin un plan a seguir, y eso lo aprovechó el Tarazona para hurgar en la herida con dos llegadas peligrosas por los costados.

Estaban irreconocibles los rojiblancos, sin rastro de ese carácter que tanto les caracteriza para voltear el marcador. Y si las cosas no van bien, se agita al equipo. Juan Sabas realizó un triple cambio. Salieron Clavería, Rufino y Roni para dar entrada a Guille Macho, Joel Priego y Pito Camacho. Cambios ofensivos para cambiar la inercia.

La ocasión más clara para el Zamora llegó pasados los 60 minutos, cuando Joel Priego puso con maestría un centro al área, pero el remate de Pito se fue arriba. A todo ello, Adri Fuentes, con su imponente físico, siguió siendo un tormento. Las ocasiones no llegaban y Sabas ejecutó un nuevo cambio apostando por Álvaro Romero, buscando esa pillería que demandaba el partido.

Pero nada de nada, la espesura rojiblanca no se disipó y eso que lo intentó Pito Camacho. Erráticos, sin frescura ni ideas, al Zamora se le fundieron las luces y no encontró el camino hacia la portería rival. Más madera con la entrada de Speljak. No salió nada. No había chispa, tampoco frescura, nada de nada.Y con cero remates registrados entre los tres palos, el Zamora puso fin a su racha triunfal. 

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