Han pasado casi dos años desde que el Grupo Vivir recibía el apoyo mayoritario de la asamblea de socios del Zamora para hacerse cargo de la gestión del club rojiblanco. Fue el 22 de junio de 2018 cuando 111 votos a favor, 4 abstenciones y 1 voto en contra ilustraban el apoyo total de la masa social del Zamora presente en asamblea a este grupo.
Días antes, el Grupo Vivir había firmado un documento con la junta directiva del club rojiblanco, en el que se comprometía a realizar la gestión del Zamora CF durante dos años (del 8 de junio de 2018 al 8 de junio de 2020). Un documento con una serie de cláusulas, en donde la principal era dirigir al club hacia la conversión en Sociedad Anónima Deportiva. Ese poder notarial de gestión para conducir al Zamora a una SAD tenía una duración de veinticuatro meses. Un tiempo que las dos partes entendiendo suficiente para que se cumplieran todos los objetivos.
Pero los diferentes retrasos administrativos, burocráticos y la irrupción del coronavirus han impedido que los plazos de la conversión en Sociedad Anónima Deportiva fueran según lo previsto y, por tanto, esa conversión, en caso de producirse definitivamente, se culminará más allá del 8 de junio, fecha límite de ese poder notarial de gestión del Grupo Vivir.
Ante eso, a partir de ese 8 de junio el club entrará en una ‘nueva normalidad’ en el ámbito institucional, con el Grupo Vivir gestionando, aunque en este caso integrado en la directiva y no como grupo, dado que el plazo expira. Así, la presidenta Didia Liedo volverá a tener el poder absoluto, y será de nuevo la representante legal de la entidad, y la única facultada para firmar documentos en nombre del Zamora.
Para poder prorrogar ese acuerdo, el Grupo Vivir necesitará llevar a asamblea esa petición para que los socios de número respalden la prórroga que permita que ese poder notarial de gestión se alargue hasta la constitución de la SAD.