El juramente del Silencio es uno de los momentos más reseñados de la Semana Santa de Zamora. El pasado Miércoles Santo el silencio se adueñó de las calles, pero no acompañado de miles de hermanos. Han sido muchos los zamoranos que quisieron hacer un homenaje desde sus balcones encendiendo las velas e incluso colocando el hábito en el balcón.
Pero este hecho no solo ha ocurrido en la capital. Los zamoranos en el exilio también han querido tener su recuerdo con la Hermandad. Es el caso de este zamorano afincado en Sevilla que quiso aportar su particular juramento desde el jardín de su casa, mandando ánimos desde su casa a todos los hermanos del Silencio.
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