La cuarta edición del desfile de la noche de los Santos organizado por la Valenciana Shock volvió a tener una gran aceptación entre los zamoranos. Desde las ocho de la tarde, la calle Santa Clara comenzó a poblarse de ciudadanos que querían ver la puesta en escena de un desfile con un ‘leitmotiv’ histórico, la epidemia de cólera que asoló la provincia a finales del siglo XIII y principios del XIV.
Así, el desfile tuvo tres partes bien diferenciadas: alegoría a la vida, introducción de la enfermedad y representación de la lucha entre la vida y la muerte, y por último, la construcción del cementerio de San Atilano. En cada una de las partes participaba una academia de baile diferente: Funky Fusion, Salsón y Anna Ferrero.
Lo que más llamó la atención a los ciudadanos fue la imponente fachada del camposanto zamorano, que cubría el ancho de la calle, desde la Plaza de la Marina donde arrancó el desfile, hasta la Plaza Mayor, donde se dio por finalizado.
No faltaron en los costados de una de las principales arterias de la ciudad multitud de niños y niñas con sus disfraces típicos de Halloween. Una tradición que de un tiempo a esta parte está ganando peso en nuestro país, pese a ser una costumbre importada.
Zamora, de ‘parranda’ en Halloween
El desfile de la noche de los Santos organizado por la Valenciana Shock bajo el lema ‘Zamora no está muerta, que estamos de parranda’ llenó las calles de música, baile y disfraces terroríficos. El hilo conductor de la representación fue la epidemia de cólera que asoló la provincia a finales del siglo XIII y principios del XIV.
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