La plaza de la Catedral fue el punto de inicio delpasacalles a las 11.30 horas del domingo. Hora de comienzo de la música y delas miradas que apuntaban hacia el foco de la melodía. Salida desde la Catedralde Zamora y paso fijo a la Plaza Mayor.
A lo largo del recorrido, curiosos de todas las edades seasomaban a sus balcones o se colocaban en los laterales de las calles paraobservar la llegada de los gigantes y cabezudos. Los más pequeños, en algunoscasos con cierta tirantez inicial, dejaban lugar a la alegría tras encontrarsede cerca con los verdaderos habitantes de los grandes cuerpos.
Los puestos sirvieron a muchos para hacer sus comprasmientras estaban acompañados de música, girándose para observar el espectáculoy aplaudir en algunos momentos.
Finalmente, al llegar de nuevo a la plaza de la Catedral, losintegrantes del espectáculo se unieron al vermouth del Festival Internacionalde Folklore. Un rato de diversión para comenzar la mañana del domingo entreespacios medievales y de juego.