El Cerco de Zamora, entre la historia y la leyenda, ha sido cantado por trovadores, contado de diversas formas literarias, objeto de estudio, comentarios y ensayos. En definitiva, diversas formas de ver una historia única que mezcla intriga, ambición, guerra, odios y amores.
Pero, ahora los tiempos han cambiado y este miércoles, el Cerco de Zamora mostraba una nueva visión muy atrayente para el público. Una vista de gigantes, títeres y cabezudos e incluso guiñoles.
Un innovador proyecto que ha contado con la colaboración de Daniel Pérez como autor del guion de la representación, José Vidales como encargado de Atrezzo, Cristian Santos como encargado de los títeres y que contó con muchas novedades para sorpresa del público. Entre ellas, la introducción de títeres y cabezudos con la realización de diez marionetas con réplicas de los gigantes.