El Paraninfo del Colegio Universitario ha ovacionado al compositor zamorano en esta noche de viernes que, aunque no santo, ha reunido en más de una hora de concierto, las marchas que componen la banda sonora de uno de los días grandes de la Semana Santa de Zamora. El concierto, a cargo de la Banda de Música Maestro Nacor Blanco y la Banda de Zamora ha completado el aforo.
Una muy buena noticia teniendo en cuenta el carácter simbólico del mismo cuyos beneficios serán donados a la Asociación Alzheimer Zamora. Durante más de una hora, la Semana Santa se ha personado en una de sus facetas más características: la música. La marcha de Thalberg, que marca el inicio de la madruga de Viernes Santo ha emocionado a todos los presentes.
Un cierre que daría paso a lo más esperado del concierto. La nueva marcha dedicada a una de las imágenes más queridas como lo es la Virgen de la Soledad. El público rompió en aplausos ante la aparición en el escenario de un David Rivas "muy contento, feliz y agradecido" con la Cofradía "por tal honor y responsabilidad" comentaba el autor al tiempo que explicaba la fragmentación de esta nueva pieza.
Una marcha procesional que aúna desde el recogimiento en la capilla de San Juan, hasta el acompañamiento de la Virgen por las calles en busca del consuelo ante la muerte de su hijo. Más de cinco minutos de emoción en un absoluto silencio que solo fue roto por la gran ovación y el aplauso al compositor zamorano quien recibió además una pequeña escultura de La Soledad a modo de agradecimiento.
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