Tras el Sermón del Descendido celebrado a los pies de la iglesia de Santa María la Nueva, el galope de los piquetes de caballos de la Policía Nacional y la Guardia Civil marcó el inicio del desfile procesional de la Real Cofradía del Santo Entierro celebrado este Viernes Santo.
A partir de las cuatro de la tarde, miles de hermanos de fila ataviados con túnica y caperuz de terciopelo negro tiñeron de luto la ciudad. Asimismo, miles de hermanos de acera se sumaron al duelo para brindar el último adiós a Cristo en un sepelio escenificado en doce pasos: La Magdalena de Ángel Marcé, La conversión del centurión, La lanzada o El longinos de Ramón Álvarez, El Santísimo Cristo de las Injurias, El descendimiento, La Piedad, El descendido, La Conducción al Sepulcro, Nuestra Señora y San Juan, Retorno del Sepulcro, El Santo Entierro o La Urna y la Virgen de los Clavos con su palio restaurado.
Todos ellos completaron el cortejo bajo el sol y las altas temperaturas volvieron a provocar varias lipotimias a lo largo del recorrido. Afortunadamente, no fue necesario estrenar los tres desfibriladores que la veterana cofradía ha incorporado este año a su pionero Plan de Evacuación de Emergencias.
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