La iglesia de Santa María la Nueva abría sus puertas en la tarde de este lunes marcada por la llamada nueva normalidad y con el dolor de las víctimas del coronavirus en Zamora. La Hermandad Penitencial de Jesús quiso retomar los actos de fe con una solemne eucaristía como el último adiós a los fallecidos por la pandemia del coronavirus.
Con aforo limitado y con estrictas medidas de seguridad, el templo y sede de la Hermandad, ha servido de refugio para un último adiós cargado de dolor por todas las vidas truncadas debido al Covid-19. La presencia de decenas de fieles a servido para que la unión en la fe reconforte a todas las familias afectadas.
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