El VII Congreso de Hermandades y Cofradías ha llegado a su fin con la procesión magna del Vía Crucis. La Semana Santa de Zamora ha brillado en todo su esplendor en una jornada en la que incluso el tiempo ha propiciado el éxito de la clausura de este evento que ha convertido a Zamora en epicentro de la Pasión reuniendo a las mejores Semanas Santas de toda España.
A las once y media, tras la Misa de Pontifical, el Obispo de Zamora, Gregorio Martín, daba inicio al acto en una plaza de la Catedral abarrotada para contemplar un evento sin precedentes. La Semana Santa de Zamora luciendo por las calles en pleno mes de febrero luciendo con orgullo diecisiete de sus grupos escultóricos así como otros elementos insignes de la Semana de Pasión.
La comitiva partió la Seo encabezada por la Banda de Cornetas y Tambores Ciudad de Zamora a la que le siguió el Barandales, vestido con la indumentaria de la Junta pro Semana Santa, que anunció el paso del cortejo por las calles seguido por el campanil de la Hermandad Penitencial del Espíritu Santo, la corona de espinas de la Hermandad de Jesús en su Tercera Caída y el Pebetero del Silencio que conformaron el rezo del Vía Crucis presidido por la imagen de la Santa Vera Cruz que se abría por las calles marcando el itinerario conformado por diecisiete grupos escultóricos a modo de estaciones.
El paso de la Santa Cruz, titular de la Cofradía de la Vera Cruz, presidió el rezo y se detuvo ante cada una de las estaciones, representadas por los pasos en la calle, que desde la Catedral hasta la Plaza Mayor dejaron una estampa irrepetible plasmando la belleza de uno de los mayores atractivos de Zamora como lo es su Semana Santa.
Un recorrido protagonizado por la gran presencia de espectadores que terminaron por denotar el éxito de participación y la pasión de todos los zamoranos ante su Pasión así como la visita de cientos de turistas venidos desde diferentes partes del territorio nacional.
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