El arte y la arqueología dentro del arte, la reinterpretación estética de obras de arte conocidas o la reflexión artística sobre elementos culturales pasados constituyen un territorio intelectual especialmente frecuentado por el arte contemporáneo. El Museo de Zamora ya en otras ocasiones ha sido sensible a esta orientación creativa impulsando muestras colectivas como “La mirada a estratos. Seis artistas habitan el Museo de Zamora”, exhibida entre 2003 y 2004, o propiciando la exhibición de otras como “La Cabra en La Ciudad. Intercatia desde las artes plásticas y visuales contemporáneas” el pasado año.
Ahora, Rufo Criado, en un proyecto individual, interpreta en su propio lenguaje estético una obra concreta de la colección del centro. Y es que el origen de la muestra se sitúa en una visita realizada por el artista el pasado año al Museo, en la que los restos de un mosaico romano, procedente de la villa de “Requejo”en Santa Cristina de la Polvorosa (Zamora), le llamaron poderosamente la atención por su contundencia formal.
En un texto que acompaña a la exposición el artista indica lo siguiente:
“Lo ornamental ha existido siempre, aplicado fundamentalmente a los objetos de uso común, desde los utensilios más básicos, como vasijas o vestimenta, hasta los objetos más exclusivos, considerados de gran valor. Es indudable que los mosaicos romanos por el espacio que ocupaban y la variedad y riqueza de los muchos que se conservan cumplían distintas funciones, entre ellas la ornamental.
Dado que necesito dotar a mi pintura-denominada de manera genérica como geométrica- de una intensidad emocional desde su aparente racionalidad, elaboro para ello composiciones con capacidad de sugerir, de evocar, de conectar con estructuras básicas que han sido utilizadas por los seres humanos a lo largo de la historia.”
El proyecto lo conforman 13 versiones del mosaico, concebidas cinco de ellas como una instalación a partir del cuadrado con motivo central en forma de estrella que estructura el pavimento, y las otras ocho, de las que nuevamente cinco forman un conjunto, tomando como elemento base una cenefa lateral con decoración de peltas o escudos.