La cofradía de Jesús Nazareno ha depositado esta mañana un centro de flores en la tumba del imaginero Ramón Álvarez, fallecido en 1889 y autor de numerosos pasos de la cofradía y de la Semana Santa zamorana, hasta el punto de que se le puede considerar el "padre" de la celebración que hoy conocemos.
Como es tradicional, nunca faltan flores en la tumba del imaginero en la festividad de Todos los Santos desde la admiración y el agradecimiento por dejarnos, entre otras imágenes, a la Verónica y a nuestra Virgen de la Soledad, cuyas estampas figuran en la cruz de la sepultura.