Un pequeño grupo de fieles de la Virgen de la Concha no han querido que la tradición se rompiese después de 730 años de romería a La Hiniesta. Siendo conscientes de las recomendaciones sanitarias, y guardando la distancia pertinente de seguridad, estos fieles han cubierto el trayecto que hubieran recorrido en condiciones normales.
A primera hora de la mañana, como si de la misa de romeros se tratase, rendían visita a la Virgen de la Concha en la iglesia de San Vicente. Templo en el que ha estado expuesta la Virgen durante toda la jornada para ser visitada por los fieles que lo desearon. A continuación, paso obligado por la iglesia de San Lázaro.
Tras eso, este grupo de romeros comenzaron su camino, haciendo parada en cada crucero del camino, donde la Virgen hace estación cada Lunes de Pentecostés.
Después, llegada al pueblo de La Hiniesta, visita a la iglesia de la localidad y recuperar fuerzas en el bar. Los romeros han departido con los vecinos de La Hiniesta y posteriormente han cubierto el recorrido de vuelta.
No faltó la parada en la ermita de Valderrey, desde donde enfilaron el tramo final del trazado para llegar de nuevo a la capital y dar por finalizada una romería extraña, casi en soledad, pero con la Virgen de la Concha muy presente.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios