La plaza de la Catedral se vistió de veteranía. El concierto de Paco Ibáñez congregó a miles de zamoranos para disfrutar del concierto del cantautor valenciano. "Hoy vengo a cantar en la república de Zamora", comenzó así Paco Ibáñez su concierto que, pese al retraso, recibió el aplauso desde el minuto cero. Un recital que terminó por convertirse en un recorrido por su propia vida.
Se confesó vasco, gallego, francés, catalán...providencias que han marcado su vida desde su huída de las injusticias hasta sus jornadas realizando castañuelas. Más de ochenta años de historia hechas poesía en su guitarra y poesía reconvertida en himnos de reivindicación.
Pretensiones incluso haciendo mención al Obispo a los mismos pies de la SEO que entre risas y aplausos volvieron a consolidar su carácter de incendiario y detractor de las injusticias. El murmullo y canto de Ibáñez que, con más de 80 años, se unió al cantar de los zamoranos en la que se convirtió en toda una nostálgica noche de rebelión entre vecinos.
Más de una hora de recuerdo de trayectoria y lucha en la que Paco no tocó solo y regaló a los zamoranos un concierto acompaño por otros músicos, y como él mismo dijo "grandes amigos", como Mario Mas a la guitarra flamenca y el bandoneón de César Stroccio que se sumaron a las notas del cantautor en la noche zamorana.
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