El sábado 29 de junio el obispo de Zamora, Gregorio Martínez Sacristán, ordenará sacerdote al joven diácono, Millán Núñez, en el marco de una gran celebración solemne que presidirá a las 11.30 horas en la Catedral de Zamora y concelebrarán un importante número de sacerdotes diocesanos.
Millán Núñez Ossorio, nacido en 1993, es natural de Benavente, y ha cursado la Licenciatura en Teología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha realizado su formación pastoral en las parroquias de Moraleja del Vino, Villaralbo, Madridanos y Villalazán.
Desde mañana, Millán Núñez será un nuevo sacerdote al servicio de la Iglesia diocesana de Zamora. El domingo, 30 de junio, presidirá la eucaristía solemne de acción de gracias en la iglesia parroquial San Juan del Mercado de Benavente, a las 19.30 horas, lo que antiguamente se denominaba “cantar Misa”.
Ceremonia de la ordenación
El sacramento del orden, administrado por el obispo, tendrá lugar en el marco de la eucaristía de festividad de San Pedro y San Pablo. En la procesión de entrada el joven ordenando participará como lo que es entonces, aún diácono.
Tras la proclamación del Evangelio se hará la elección del candidato, que será llamado por su nombre. Tras la elección por parte del obispo (“Con el auxilio de Dios y de Jesucristo, nuestro Salvador, elegimos a este hermano nuestro para el Orden de los presbíteros”), la asamblea cantará en acción de gracias.
Después de la homilía del prelado será el escrutinio, en el que Millán será preguntado por su disposición a la predicación, la presidencia de los sacramentos, la oración por el pueblo, la unión con Cristo para salvar a los hombres, y la obediencia al obispo. A continuación, postrado el ordenando en tierra, toda la asamblea invocará a los santos con el canto de las letanías.
Levantándose después el ordenando, el obispo le impondrá las manos en silencio, como signo de transmisión del Espíritu Santo y de encomienda del ministerio sacerdotal. Tras el obispo, todos los presbíteros presentes impondrán igualmente en silencio sus manos sobre Millán Núñez. Al terminar, el obispo pronunciará la larga oración consecratoria, pidiéndole a Dios “que confieras a este siervo tuyo la dignidad del presbiterado; renueva en su corazón el espíritu de santidad; reciba de ti el segundo grado del ministerio sacerdotal y se, con su conducta, ejemplo de vida”.
Concluida esta plegaria de ordenación, el obispo ungirá con el Santo Crisma las palmas de las manos del ordenado, que será revestido con los ornamentos sacerdotales: la estola al modo presbiteral y la casulla. Y el obispo le entregará la patena con el pan y el cáliz con el vino que serán presentados en el altar para su consagración, invitando al nuevo sacerdote a conformar su vida “con el misterio de la cruz del Señor”. El rito termina con el beso de la paz del obispo al nuevo presbítero, que continuará concelebrando por primera vez la eucaristía.La última celebración de estas características en Zamora tuvo lugar hace siete años, en mayo de 2012, cuando el obispo ordenó sacerdote a Santiago Martín, actual párroco de Villarrín de Campos
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