El coro de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente ha celebrado este sábado el primer ensayo del canto del Miserere. Uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa de Zamora que cada madrugada de Viernes Santo rompe el silencio en Viriato. Una pieza compuesta por el Padre Alcocer que, desde 1952 se erige como un momento imprescindible de la tradición zamorana.
Los hermanos se han dado cita de las cinco y media de la tarde para comenzar a ensayar. Un encuentro que no solo sirve para poner cada nota, se trata de uno de los primeros reencuentros semanasanteros entre los hermanos que conforman el coro de la Penitente Hermandad de Jesús Yacente que cada Semana Santa ponen voz al mágico momento que congrega a miles de visitantes en torno a Viriato.
Hoy no han sido miles, pero si cientos, las personas que no han querido faltar a esta cita ya señalada en rojo en el calendario de todo buen semanasantero que se precie. Una Iglesia de Santa María La Nueva llena de atentas miradas y oídos deseosos de escuchar de nuevo el Miserere.
El ensayo ha puesto la atención en cada nota, cada tono y cada voz para que, a lo largo de toda la Cuaresma, se recuerden todos los detalles que culminarán enlazando la noche Jueves Santo a la madrugada de Viernes Santo con el Miserere al cobijo del Jesús Yacente.
Si quiere ver la galería de imágenes del primer ensayo pincha aquí.