- La quinta edición del Mercado Fotográfico Solidario viste un año más las paredes del Café Aureto, ubicado en la Plaza Viriato de la capital zamorana, esquina con el Museo Etnográfico de Castilla y León. La muestra se inauguraba este pasado viernes y permanecerá hasta el primer día de abril.
Instantáneas de más de cuarenta alumnos de La Photo Escuela podrán ser disfrutadas y/o adquiridas a un precio simbólico por el visitante que se acerque hasta este establecimiento. Una escuela zamorana de fotografía que ha colaborado en los últimos cuatro años con asociaciones humanitarias de Castilla y León que ayudan a niños y familiares en nuestro entorno más cercano.
Este año los fondos irán destinados a la Naturaleza, y más concretamente a una de las zonas de España y Portugal más castigadas por el fuego el pasado verano: Arribes del Duero, donde mediante la reforestación con plantas melíferas que llamarán a la colonización de todo tipo de polinizadores se agilizará la recuperación de este valioso enclave natural.
Una iniciativa que se realizará durante el próximo otoño y que busca principalmente con este acto simbólico concienciar a la población del desastre natural que suponen los fuegos forestales y cuenta con el apoyo de la Diputación de Zamora que cederá plantas de su propio vivero. Se están realizando gestiones que van muy avanzadas con instituciones portuguesas para realizar esta actividad en colaboración entre ambos países a una y otra orilla de La Raya, que aquí la marca el Duero.
La asociación de apicultores Zánganos Zamoranos y los alumnos de La Photo Escuela acudirán este otoño a realizar esta actuación en la naturaleza acompañados de un nutrido equipo de voluntarios. Una jovencísima asociación apícola nacida en 2016 con representación de apicultores de la vecina Portugal, Salamanca o León y hermanada con la asociación orensana Abellas Nais (Abejas Madres).
Zánganos Zamoranos defiende desde sus estatutos y sus actividades un entorno natural donde las abejas y el resto de polinizadores puedan vivir y realizar sus labores sin trabas y así recibir la sociedad y naturaleza los beneficios de estos pequeños animalitos. Se considera que los servicios de polinización de estos insectos rondan anualmente los 250.000 millones de euros, o lo que es lo mismo 35 euros por persona y año a nivel mundial. Son responsables del 35% de los alimentos que se consumen en el planeta y casi el 90% de las plantas silvestres dependen al menos parcialmente de la transferencia de polen por los animales.
Una batería de datos que se podrían ampliar en la misma línea de importancia de unos animales diminutos a los cuales a lo largo de la historia no se les ha prestado excesiva atención más allá de razones poéticas, estéticas o por su rica miel. “Pero atravesamos un momento crítico en el que el 9% de las abejas y mariposas europeas se encuentran amenazadas y las poblaciones están disminuyendo en un 37% en el caso de las abejas y en un 31% en el de las mariposas”, explican los organizadores de la actividad.
“No podemos permitirnos seguir mirando para otro lado. Y no es una cuestión de alarmismo. Se invierten cantidades ingentes en espacios naturales y se centran los esfuerzos en emblemáticos iconos como el oso, el lince, el lobo, el águila imperial, cuando en cierto modo sin polinizadores todos ellos se encontrarían en una situación comprometida”, finalizan.
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