Javier Garduño, el genial creativo zamorano, y Iosu Alonso, el incansable emprendedor, zamorano y semanasantero, lo han vuelto a hacer. Si hace unos años, el Estudio de Diseño de Garduño realizaba para Iosu un original ‘packaging’ para el ‘Dos y Pingada’ con las figuras de Jesús Resucitado y la Virgen de La Alegría, ahora presentan las aceitadas más ‘semanasanteras’, esta vez con un diseño que tiene a la imagen de Nuestra Madre de las Angustias como protagonista.
Una obra hecha con el máximo respeto y cariño hacia la Virgen de las Angustias de Ramón Álvarez que sale en procesión en la noche del Viernes Santo, y que sólo podrá adquirirse en exclusiva en La Abacería, en la calle Ramos Carrión, junto a la Plaza Mayor.
Iosu Alonso, propietario del establecimiento gourmet, es cofrade y cargador de la imagen, por la que siente una devoción muy especial; lleva a Nuestra Madre, a Zamora y su Semana Santa en vena; siente su pellizco en el alma, en las tripas, desde niño, y así se la transmite también a sus hijas. Un cariño que este año ha querido reflejar en un envase para las aceitadas recortable que, al igual que el ‘Dos y Pingada’, se transforma en una réplica del paso. Otra genialidad más del gran Javier Garduño, que cuenta con los más prestigiosos premios nacionales e internacionales de diseño; su creatividad no tiene fin.
A la pequeña réplica de la imagen de la Virgen y su paso no le falta ni un detalle, desde su adorno de flores blancas, hasta la talla de la mesa diseñada por Antonio Pedrero con el anagrama de la cofradía y sus angelotes, sus faldillas o los pies de los cargadores, que asoman por debajo.
Todo tiene sello zamorano, con el magistral toque de Garduño y la impresión de La Tipo Servicios Gráficos, amigos y colaboradores habituales de Iosu Alonso.
Aceitadas
Cada envase-paquete contiene unos 400 gramos aproximados de mini-aceitadas, elaboradas de manera artesanal en un obrador de la comarca de Tierra del Vino, según la receta tradicional de un dulce que es imprescindible en los días de Pasión en los hogares zamoranos.
Una original y atractiva manera de ofrecer uno de los productos más típicos de la Semana Santa zamorana e ideal como recuerdo o para tener un detalle entre amigos y cofrades, a un precio muy ajustado (producto, diseño y caja), apto para todos los bolsillos a pesar de la salvaje subida de precios que vive el país.
Son, sin duda, las aceitadas más zamoranas y semanasanteras y la más dulce representación de Nuestra Madre, la de todos los zamoranos, cuya imagen volveremos a ver en las calles en la noche del Viernes Santo a hombros de sus cargadores.